Cristina siempre se reinventa
Supongo que a muchos lectores de LA NUEVA ESPAÑA les habrá extrañado que dejara repentinamente de escribir sobre mi prima Cristina López del Hierro, después de haberle dedicado más de quince cartas en la sección de Cartas al Director del periódico, casi todas relacionadas con su faceta de fundadora y directora de la Compañía de Teatro Concejo de Llanes. Y dejé de hacerlo cuando se trasladó desde Llanes a La Granja de San Ildefonso, hace ahora un año, para emprender una nueva vida, también ligada al teatro, que es su gran pasión. Me dice encontrarse feliz en ese bello lugar, tanto por su paisaje como por su paisanaje, y por cómo la han acogido.
Todas las cartas dedicadas a Cristina figuran en un libro que acabo de publicar con el título: “Una selección de las 3.000 Cartas al Director publicadas al autor en 66 periódicos”, muchas de las cuales han sido publicadas en LA NUEVA ESPAÑA.
Siempre que hablo con Cristina, y lo hago bastante a menudo, me sorprende con sus ideas. Ahora está trabajando en dos proyectos.
Uno que le hará volver a Asturias, en concreto a Ribadeva, precioso lugar, con dos grandes actores asturianos. Se estrenará, si todo va bien, a finales de junio. Será un emotivo y bello trabajo. “Cartas de amor” es su título.
Y otro, en el que está trabajando con Isabel Sala, una gran dramaturga que vive en La Granja y que tuvo la suerte de conocer nada más llegar. Se trata de un montaje relacionado con parte de los integrantes de la generación del 27, desde una nueva y original perspectiva. Esta obra, por lo que me ha contado, será un gran éxito y seguro que la van a poder disfrutar en muchos lugares del circuito nacional.
Escribo esta carta a LA NUEVA ESPAÑA sobre Cristina porque sé que hay mucha gente en Asturias que la quiere, lo cual es recíproco. Y porque quiero informar de sus andanzas, que seguro a muchos les gustará conocer.
Estoy seguro de que todo lo que haga será un éxito, como todo lo que emprende, no sin gran esfuerzo. Cristina es la mejor transmisora, que conozco, de alegría, de humor y de energía. Mi querida prima Cristina, una persona total, única, que siempre se reinventa.
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