Respeto para los homosexuales
Mucho se ha hablado sobre la homosexualidad, que si es curable, que si es una perversión, cada opinión es según quien la dé, ahora sale en su intervención parlamentaria Duran Lleida alegando que un homosexual que opte por ser heterosexual no puede recibir ayuda. El departamento de salud de la Generalitá catalana anunció que investigará a los psiquiatras, que se anuncian con métodos para curar la homosexualidad. Ya por los años 1950 hubo algunos médicos, entre ellos el doctor Marañón, que afirmaron que la homosexualidad tenía cura, pero no fueron capaces de curar a ninguno, y lo que sí consiguieron fue una consulta masiva de lo que se lucraron. No salió a la luz ningún caso de curación, el método que emplearon alguno de ellos consistía en aplicarles corrientes eléctricas, en estado de excitación, lo que sí era una falta de respeto amparada en una ley dictatorial que no le importaba violar un respeto que toda persona merece, y los homosexuales deben ser respetados como las demás personas, cosa que no fue así desde los tiempos más remotos. Siempre fueron perseguidos, y castigados con las penas más severas, incluso la muerte. Hubo un rey que ordenaba castrarlos, otro torturador fue Alfonso X el Sabio, cuya orden por él dictada consistía en colgarlos por los pies hasta que morían. Los Reyes Católicos les confiscaban los bienes y los lanzaban a la hoguera, Franco les aplicó la ley de vagos y maleantes.
La homosexualidad es congénita, viene unida al ser en el nacimiento, es un error del creador, que cuando se metió a alfarero, e hizo el primer cacharro (el hombre) entre el barro que eligió estaba el germen de la homosexualidad y no lo quitó, o al darle un soplo para inyectarle vida lo contagió.
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