Las licencias de Montaña suben un 30%
Leo con preocupación, en su edición del 3 de febrero de 2021, el artículo que hace mención al notable aumento en el número de licencias de deportes al aire libre (en concreto montaña, esquí y surf) que se viene produciendo este año. Con preocupación no por el hecho, sino porque se insinúa de forma bastante clara que el “verdadero objetivo” puede ser “detenerse a comer en algún restaurante”.
Decir que se ha doblado el número de licencias de montaña, esquí o surf dejando entrever que es para irse a comer al pueblo resulta no solo incorrecto, sino de una superficialidad sorprendente. Está claro que quien firma el artículo no ha estado nunca en una estación de esquí en fin de semana soleado, haciendo cola en Fuente Dé un sábado de agosto o viendo a la gente haciendo surf en San Lorenzo cualquier mañana del año aunque llueva.
Está claro que no ha invertido el tiempo suficiente para contar la gente que pasa por la Vega de Urriellu un fin de semana de verano, quizás el doble del número de licencias de montaña que apunta en su artículo. Tal vez debería preguntar cuántas licencias anuales vende la estación de esquí de San Isidro a usuarios asturianos, o el número de alumnos de las escuelas de surf de Gijón o Salinas...
Reconozco que me he federado de Montaña este año y que la anterior licencia federativa era del año 1985, pero desde entonces hasta aquí he seguido saliendo al monte con regularidad, conocido y compartido excursiones con multitud de amigos y conocidos que nunca han tenido licencia federativa de ningún tipo. He esquiado año tras año en San Isidro, Pajares y Fuentes de Invierno sin federarme, pensando en que hacerlo sería beneficioso pero no imprescindible. Hasta ahora.
Somos muchas las personas que disfrutamos del monte los fines de semana. En bicicleta, caminando, esquiando o corriendo, cuando sale el sol (y a veces sin eso) la montaña asturiana atrae a un gran número de aficionados que disfrutan el día al aire libre, sin aglomeraciones, en espacios abiertos... y sin parar a comer en restaurantes.
En 2019, su periódico publicó “Las estaciones de esquí asturianas registraron esta temporada 94.996 usuarios...”, en 2021 se sorprende porque las licencias han doblado su número de 400 a 800.
En otro diario podemos leer “En total fueron 2.047.956 las personas que accedieron al Parque [de la montaña de Covadonga] entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2017”, en 2021 hemos llegado, de momento, a las 9.000 licencias.
Respetando la opinión del autor del artículo, creo que puede suponer un condicionamiento negativo para quienes toman decisiones sobre las medidas de restricción de movimientos, aunque confío en que los responsables políticos revisen los datos de un modo más correcto.
Espero que el tiempo finalmente me permita salir al monte una vez me den la licencia, de momento tendré que limitarme a buscar restaurantes abiertos.
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