¿Qué puedo hacer yo?
Con el yo me refiero al ciudadano común. ¿Qué podemos hacer nosotros, la sociedad civil, que va a observar las elecciones catalanas? Políticos en la cárcel que salen cuando alguien quiere y que se presentan como modelo de lo que representa el pueblo. Probablemente disturbios más o menos violentos, esperemos que no lleguen al nivel americano. ¿Qué podemos hacer si no nos gusta? Pues... nada, así como suena, nada sino reventar de impotencia. Hay que soñar con que los representantes del Estado sepan unir sus fuerzas y cumplan con su función defensora del Estado por encima de intereses nacionalistas o de partido.
Mientras tanto, nos queda la reflexión sobre qué ha podido generar tanto egoísmo, tanto odio, y tanta violencia, y cómo parar esa tendencia allí donde podemos, en el seno de nuestra familia, y en nuestro entorno social. De alguna familia salen los abusones de colegio, los que queman contenedores, los violadores, los maltratadotes de sus padres o de sus parejas o exparejas, los que finalmente las asesinan, o los que se dejan captar por bandas terroristas de ámbito regional, nacional o internacional.
No parece haber una receta que pueda unir a una sociedad contra la violencia como no parece que la haya entre los responsables políticos. ¿Por qué? Pues... en parte por la hipocresía que ronda las mesas de negociación a cualquier nivel; se destruye un país con una mentira y un objetivo espurio como el petróleo, se venden armas sin mirar a quién se van a revender, se desestabiliza una zona por razones estratégicas, en fin... no tengo espacio para documentar la vergüenza de una violencia a nivel de Estado o de región con aspiraciones, pero... esperemos que esta vez estén lo suficientemente avisados como para ceder algo en pro de la seguridad general.
También hay hipocresía en la violencia religiosa, al no recordar cómo persiguió la cristiandad al Islam en el nombre de Dios, o a los judíos al amparo de una cruz gamada. Ahora que tienen petróleo, poder y armas, devuelven el miedo en el mundo occidental o en el oriental. ¿Darán miedo también los españoles de Cataluña? Conozco a gente que estuvo en la cárcel diez o doce años por no tomar las armas y que trabaja por una sociedad más limpia moralmente y más pacífica. Les preguntaré si esta sociedad necesitada de valores les responde con respeto o con portazos, porque... claro, solo somos sociedad, y así... yo solo, ¿Qué puedo hacer yo?
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo