El ridículo bulo de la niñera
El tesorero del PP Luis Bárcenas (que se ha dado cuenta de que no tiene ya nada que perder, pero sí mucho que ganar, mientras no resbale en una pastilla de jabón, claro) ha hecho público un escrito, con pruebas abrumadoras, que presentó ante el juez en el que, entre otras fechorías, se documenta que el PP no solo utilizó el dinero negro de las mordidas para sobresueldos y reformas de su sede central, también para toda una serie de variopintas actividades, todas ilegales, entre las que destaca, por lo grosero, financiar a algunos periódicos para que defendieran, por ejemplo, cosas tan alucinantes como echar la culpa a ETA de los atentados del 11M, en una teoría conspiranoica que estuvo meses en candelero hasta que la Justicia puso las cosas en su sitio. Y, hete aquí que unas pocas horas antes de que esos papeles vieran la luz esos mismos periódicos se inventan un bulo contra Podemos, el enésimo, en este caso que una alto cargo de la formación morada se dedica, en realidad, a cuidar a los tres hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero y que a la pareja le pagamos los españoles la niñera con dinero público. Por supuesto que el asunto llegará a los tribunales y que, por enésima vez, ya he perdido la cuenta, los calumniadores perderán el juicio, pero, este asunto, como otros que hemos visto esgrimidos contra Podemos y sus dirigentes, estará semanas o meses en los noticiarios y luego la sentencia del pleito no merecerá ni una sola línea. ¿Quiénes se apresuraron a difundir el bulo?, pues los periódicos "El Confidencial", "OK Diario" y "El Mundo" (este último ha cambiado mucho, para mal, desde que se cargaron a Pedro J. Ramírez) y, pongamos nombres y apellidos, Hermann Tertsch, Rosa Díez, Alvise Pérez, Carles Enric, Cristian Campos, Santiago Abascal, Cayetana Álvarez de Toledo y varias cuentas de Twitter ligadas a conspicuos de Vox. No son casualidad los retuits masivos que desde algunas cuentas se hacen para insultar a Iglesias o Echenique y que desde esas mismas cuentas les hacen retuit continuamente a Rosa Díaz, Abascal, Ayuso o Girauta. En fin, este es un país libre y cada uno retuitea a quien le da la gana, solo lo constato, como constato la actividad frenética de esos periódicos en Cataluña, apoyando descaradamente a Vox y metiéndose especialmente, no con los independentistas, sino con En Comú Podem. Lo más gracioso de todo esto, si es que tiene algo de gracia, es que el partido de Iglesias, y, de rebote, el Gobierno de España, tiene muchos puntos flacos, algunos muy flacos, donde una oposición seria podría hacer mucha sangre: su apoyo a la inmigración irregular masiva (el Gobierno nos mintió por enésima vez cuando nos dijo que los inmigrantes que asaltaron Canarias serían repatriados y no los traerían a la Península), su apoyo a la okupación y, de facto, a las mafias que ha generado, su apoyo a leyes de género inconstitucionales, etcétera. La última de las chorradas de Podemos, porque esto no tiene categoría de locura, es pretender que un joven de 16 años pueda cambiar de sexo sin aval médico/psicológico, solo porque él/ella lo decida, aunque no pueda ni votar. El colmo es la pretensión de Irene Montero y su equipo de la creación de una nueva figura legal, las personas sin sexo definido, lo que sería una grave contradicción en la lucha por la igualdad. Podemos tiene una suerte enorme.
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