Malos servidores
Cuando circulamos por las carreteras, cuando tenemos que hacer gestiones en las muy diversas administraciones del Estado, en fin, cuando nos topamos con la burocracia de la Administración, vemos que esos organismos y muchos de quienes los dirigen no están al servicio de los ciudadanos, sino al servicio de un poder que lo quiere todo, menos servir y dar ayuda a la ciudadanía.
No está al servicio de los ciudadanos el delegado del Gobierno, ni el jefe de la Guardia Civil de Asturias, que permiten la existencia de «puntos negros» en nuestras carreteras y malas señalizaciones que provocan accidentes, como, por ejemplo, en la AS-15 en los puntos kilométricos 60,300 y 62,500, donde existen salidas a la izquierda y, sin embargo, se permite adelantar en la misma dirección. Como estos ejemplos: cientos.
No están al servicio de los ciudadanos aquellos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad que se dedican exclusivamente a recaudar para el Estado a base de multas. O que se dedican a elaborar denuncias porque se lo pide algún amigo o amiga que desea fastidiar a algún ciudadano con quien no coincide. O que, sin orden judicial, se dedican a atravesar fincas privadas en las que saben que no se está cometiendo ningún delito que justifique un asalto.
No están al servicio de los ciudadanos aquellos funcionarios que hacen mal su trabajo y que en vez de reconocerlo y corregir con celeridad sus errores (que siempre perjudican económicamente a quien los ha de sufrir) se dedican a entorpecer las alegaciones de los perjudicados, dilatando la burocracia con el consiguiente perjuicio social y económico para quien caiga en las garras de los funcionarios ineficientes.
No es mi intención juzgar a todos por la ineficiencia de unos pocos, pero igual que los ciudadanos tenemos que responder por nuestros actos las instituciones y los funcionarios que hagan mal su trabajo deberían ser corregidos y reciclados mediante clases que les hagan ver que deben estar al servicio del ciudadano y no para entorpecerle su vida.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo