Riopedre
Días pasados me ocupaba en estas mismas páginas del exconsejero de Educación del Principado Sr. Riopedre, de manera muy sobrevenida cuando escribía acerca de "Mi madre, Dorinda, la pastora", y opinaba que, dada su salud y edad, el exconsejero debería estar en su casa cuidando de sus nietos, ya que, a mi juicio, las "tropelías" que se le imputaron tuvieron otros gestores, pues él parece una persona honrada y si tuvo responsabilidad, bien cumplida está. Hoy, la prensa informa que le han denegado el tercer grado, mientras se lo conceden a la señora Otero, esa creo segura muñidora (acepción de la RAE).
Si observamos que los señores Chaves y Griñán se fueron de rositas, que al señor Bárcenas le piden más pena que al asesino de Diana Quer si a este no le aplicaran la permanente revisable, comprenderemos que esto no es justicia, es política. Y para mejor comprensión, tenemos en la calle dando mítines a condenados por intentar destruir un Estado, afirmando que lo volverán a hacer, mientras se le niega el tercer grado a un abuelo viejo y enfermo. Lo malo de esto es que quienes tienen que arreglarlo son, entre otros, Echenique y Rufián.
No voto al PSOE, sobre todo al del Sr. Sánchez, pero soy sensato y sensible, el señor Riopedre debe volver a casa a cuidar de sus nietos.
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