El niño que domó al viento
Ayer de noche veía una película: "El niño que domó al viento". La trama se desarrollaba en torno a la vida de un niño de 13 años (William Kamkwamba) que vive en una pequeña aldea de la República de Malawi. Su padre quiere que su hijo estudie, pero al no disponer del dinero suficiente para pagar sus estudios (porque allí la enseñanza pública es de pago), es expulsado de la escuela a la que asiste cuando su familia ya no puede pagar las cuotas. Como consecuencia de la sequía, la hambruna se ceba con la población y el niño idea la forma de construir un molino de viento que pueda recargar una batería, con la que bombear el agua de un pozo, y poder regar las tierras que son el sustento y base económica de la familia.
Si se tratara de un guion "made in Hollywood" ahí quedaría todo, ni me molestaría en escribir sobre ello, pero la historia no surge de la imaginación y sí de la cruda realidad que viven muchos países subdesarrollados.
En una población que vive del cultivo de tabaco y cereales para sobrevivir, en donde el régimen de lluvias pueda determinar la vida o la muerte de las familias, ante un gobierno que no hace nada por su pueblo, es lo que necesitaban muchos hijos de este país. Y sí, por si no lo han adivinado me refiero a los "youtubers patrios", recientemente de rabiosa actualidad por su decisión de fijar su residencia fiscal en Andorra, con el único objetivo de ahorrarse el pago de tributos en la tierra que les brindó la oportunidad de labrarse un futuro (o un presente), en donde nadie les pidió nada para acceder de forma gratuita a la educación o a la sanidad entre otros muchos beneficios.
Ellos, como personas con una imagen pública, y peso específico en la opinión de la gente joven, fueron incapaces de capitalizar toda esa fama dando ejemplo, mostrándose como miserables parásitos sociales. Cayendo la que está cayendo, con una pandemia encima, con miles de empleados en ERTE, con empresas cerradas, con autónomos capeando el temporal, y a vosotros ¿lo único que se os ocurre es imitar a los grandes cacos del país, a los "patriotas de pega", los que lucen la bandera para el aplauso, y esconder el dinero en paraísos fiscales? No es de extrañar que el primero que saliera a la palestra para apoyaros fuera un patriota de Vox, el sr. Espinosa de los Monteros, como podría haber sido Abascal, porque sois tal para cual, parásitos que viven toda su maldita vida a costa de un país, sin dar un palo al agua y viviendo a cuerpo de rey, igual igual que Abascal (político desde los 23 añitos), que criticó hasta la saciedad a Pablo Iglesias por comprarse un chalet con su esposa, y sin haber tenido oficio en su arrastrada vida se agencia un palacete de más de un millón de euros.
La historia es necia y se repite para demostrarnos la fragilidad de nuestra memoria, y hoy en día, mientras que los "patriotas de Vox" explotan en su beneficio la eterna xenofobia, yo veo el ejemplo de William, quien después de leer un libro ("Using Energy" - "Usando Energía") fue capaz de crear un aerogenerador y ayudar a su pueblo, y yo, por muy morena que sea su piel y se apellide Kamkwamba, para mí siempre tendría los brazos abiertos, aunque venga en patera, porque con su gesto honró a su gente, sin discursos ni recursos, sin esperar nada más a cambio que una cosecha para su gente. Yo personalmente lo prefiero a gentuza de la calaña de Abascal, Monasterio o Espinosa de los Monteros, porque personas como él son las que aquí necesitamos, y no agitadores de trapos o conciencias obtusas, que lo único que nos demuestran es que sin dinero no son más que vulgares traficantes de frases acuñadas hace cien años, en el seno de una Europa intolerante, y me refiero a ambos, a los de Vox y a los "youtubers andorranos".
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