Sentencia de hosteleros vascos, dudoso triunfo
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dado la razón a los hosteleros y levanta el cierre total de establecimientos que el Gobierno vasco había decretado en zonas de alta incidencia de la pandemia.
No sé si es el mejor modo de resolver este problema, tampoco el criterio seguido por los jueces, si solo es cuestión económica, cuidado que se abre una veda de proporciones fuera de las posibilidades de economía alguna, ya que eso lo pueden reclamar todos los sectores. Pero creo que más bien va por el tema “salud”, asumiendo los jueces que la repercusión de ese sector en cuanto al porcentaje de contagio no debiera llevar a cierres totales indiscriminados. Nadie sabe cuántos se contagian dentro de bares y restaurantes, pueden contagiarse allí, ir en metro después y culpar a la aglomeración del transporte. Donde se concentran personas y se pueden quitar mascarillas por momentos no hay duda que es fuente de contagio. Ahora bien, hay estudios que nos dicen que con la hostelería abierta y otras restricciones bajan los casos al igual que con ella cerrada. Expertos tiene el Gobierno.
No es cuestión de economía y salud, es evitar muertes. Claro está, con ayudas a esos sectores perjudicados.
Por eso, no creo que esa sentencia pueda ser vitoreada, así como de pronto. Tanto en cuanto puedan abrir sus negocios por sentencia judicial, ¿luego a quién pedirán si no entran los clientes cuando la incidencia de la pandemia les retraiga por miedo? Supongo que irán a pedir subvenciones a esos mismos jueces. ¡Cuidado! Hay muchos sectores perjudicados, demasiados, diríamos todos, incluso algunos parados por completo desde marzo del año pasado. ¿Qué hacer? Vacunar y bajar la incidencia lo antes posible, nada será igual para nadie mientras el bicho esté merodeando por ahí.
El desconcierto de este fallo judicial para los ciudadanos es de órdago, ya no sabrán si tenemos gobierno (gobiernos autonómicos que valgan para algo) o debemos todos confiar y acudir a los tribunales. Si esos jueces se ven capaces de decidir y contrariar (sobre todo, si se basan en la economía) al poder legislativo y al poder ejecutivo ante situaciones de pandemias y crisis, debieran presentarse a las elecciones, confundieron profesión.
Solo queda pedir seriedad a todos, imaginación a la mayoría y compromiso firme para acabar con el virus (ese es el que nos está jodiendo a todos), exigir a las farmacéuticas romper esa patente y fabricar por todos lados vacunas; de lo contrario, nos comeremos los unos a los otros sin remedio.
Qué decir de cumplir la palabra dada, señor Pedro Sánchez. “Nadie quedará atrás”. ¡Pues eso! Apoyar a esos sectores y a esas familias, ya tendremos tiempo de pagar deudas y remontar la situación. No es una crisis como otras, estoy seguro de que, cuando todos estén vacunados y el virus sea residuo, las gentes saldrán a gastar, a invertir, a viajar, a emprender, y reflotará rápido nuestra economía.
Se dice que con salud todo se puede: pues sin ella, nada.
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