Medio verseando lo voy soltando
Medio verseando lo voy soltando.
Como todo ser humano provisto de corazón, pienso que mi pensamiento es el que lleva razón.
Y aunque me equivoque al pensarlo, no lo dudo al afirmarlo.
Y tampoco tengo duda, como no la tengo al pensar, que lo que estoy escribiendo a alguien va a molestar.
Aunque yo no me molesto al leer lo que detesto, solo me aflora la pena cuando lo pilla mi antena.
Si la cara es el espejo del alma y las palabras el de la razón, España es un país de cegatos o espejos con distorsión, que no muestran lo que son, escribientes y pronunciantes, alfeñiques intelectuales o sátrapas delirantes.
Pues, si el espejo y las palabras mostraran la realidad, inequívoca la personalidad y la ley fuera justicia, sin resquicio a la estulticia, al completo este Gobierno estaría en el infierno, y el que aplaude su jolgorio derechito al purgatorio.
¡Pero! Concluyente lo evidente. Si el infierno está en la gloria, solo tendremos escoria.
Cómo nos las vamos a arreglar cuando no quede nada qué quemar.
O ayudamos a los hados o acabamos churruscados.
Para no echar el día a perder, mejor me voy a leer la lista para la compra, que preparó mi mujer.
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