Alitas para un vuelo cortito
Hoy es domingo. No es que necesite reafirmarlo para ser consciente de ello, con frecuencia tengo que preguntarle a la mujer el día en que vivimos, pero hoy no, porque hoy juega el Madrid y, cuando esto es así, no tengo ninguna duda sobre el día de la semana.
Si arranco con esta afirmación es para, a partir de ella, ver el recorrido que se me presenta. Hasta las cuatro, quince minutos antes del partido para ver las alineaciones y tal, que tengo cita con la tele... El súper cerrado, no me sale ir a hacer los mandados con la lista de la compra de mi mujer... Horita y cuarto, y media, de caminata... yo creo que por el pasillo. Al menos, de momento, no me apetece quitarme el pijama. Y otra cosa hasta la hora de comer... No me sale nada.
O sea, la única alternativa, esta. Aquí sentado tecleando alguna ocurrencia. Una nanoversión de mí mismo practicando cross en los vericuetos de mi propio cerebro.
Es una vaina, porque al no hablar con nadie, no leer prensa, no escuchar radio, en la tele solo pelis... Mi única referencia del acontecer ordinario son los monólogos que mi mujer establece con estos elementos de audio y visión. Antes, cuando ella leía LA NUEVA ESPAÑA todos los días, pues también me llegaba algo de lo que decía el papel, pero ahora, con esto del covid... se me ha venido a menos la información, aunque algunas cosas adivino. Por ejemplo: la oigo reírse a carcajadas, está viendo “Caso cerrado”. Si lo que oigo son exclamaciones del tipo “¡Son buenísimos!, ¡y además son unos cielos!” está con los gemelos de “Vender para comprar”. Se pone bravísima con insultos e improperios que no puedo repetir aquí y “¡Con esto no puedo!”, “¡No puedo verlo!" está con, creo que se llaman algo así como, “Sálvame de lux o sin lux”, “No sé qué día de la semana de lux”, “La isla o la casa o no sé qué coño de qué”. Cuando esto último ocurre, me deja preocupado, se lo tengo dicho: “Oño, mijita, que los vecinos se pueden creer que la cosa va conmigo”...
En fin, que, como ya soy nano, ahora observaré los hechos navegando por la teoría cuántica, percibo lo que percibo y mi inconsciente, consciente en este caso, decide lo que percibí que, aunque sea lo mismo, no tendrá nada que ver con la conclusión de los socialpodemitas de este atribulado país. El exorcismo, quizá, también podría valer, pero, dada mi supina ignorancia en ambos campos, prefiero la primera opción.
Haré mi propio Gobierno, a ver si libero esta piel de toro llena de calvas, de las demoníacas garras que quieren dejarlo sin un pelo.
Voy con ello. Un triunvirato, Isabel Diaz Ayuso, Santiago Abascal y Cayetana Álvarez de Toledo. Nominaciones que hago Influido por Agustina de Aragón, el Cid Campeador y la intrépida Inés Suárez, que gobernarán, respectivamente, como: “Agustina de Madrid”, que por mucho que mierdeen sus cosas ella siempre emitirá olor a rosas; el “Cid de Bilbao”, que, si no los tuviera cuadrados, lo habrían apabullao, y la “Valiente Capitana", para cagar de miedo a los bicharracos cuando saque su catana.
A ver si, de una jodida vez, la ley es justicia y se cumple sin templar gaitas, con contundencia y pericia.
La mala vaina es que ha llegado la hora de abandonar la física cuántica y la nanotecnología. A fuñirme con la realidad dura y fría.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

