Estudiar en la pandemia
Pertenezco a la generación del baby boom, una generación que hemos vivido la mejor época de la reciente historia de España (el paso de la dictadura a la democracia, la igualdad de las mujeres, ser parte importante de Europa, etc.), atrás quedan las penurias y las dificultades que pasaron nuestros padres y nuestros abuelos. Muchos tuvimos la oportunidad de estudiar, trabajar, independizarnos, muchos hemos podido cumplir nuestros sueños. La generación siguiente ya lo ha tenido mucho más complicado, fue la que tuvo acceso a más recursos y estaba más preparada, pero la crisis económica no permitió a muchos cumplir sus sueños más básicos.
Y ahora llega esta ingrata pandemia para poner en riesgo también el futuro de nuestros hijos (la siguiente generación), una generación con unos valores innatos extraordinarios como son la solidaridad, el amor por el deporte, la integración, etc. Ellos son los grandes olvidados de la crisis sanitaria que estamos viviendo, de un día para otro han renunciado a ver a sus amigos, a salir de fiesta, a sus viajes de fin curso, a sus graduaciones... Y se han adaptado a cuidar de sus hermanos mientras sus padres teletrabajan, a descubrir la soledad, a no gastar porque sus padres no tienen los ingresos que tenían, a relacionarse con sus amigos por videollamadas, a estudiar solos y, sobre todo, a vivir su futuro cercano con una gran incertidumbre.
Escribo esta carta para todos los profesores que son responsables de la educación de nuestros hijos, ellos están dedicando muchas más horas al estudio de las que deberían, no olviden que están enseñando a quienes son el futuro del país, con su trabajo se pagarán nuestras pensiones, con su trabajo se mantendrá nuestra sociedad del bienestar, con su trabajo subirá la natalidad, con su trabajo viajarán en sus vacaciones y muchas cosas más.
Están estudiando en unas pésimas condiciones, sobre todo, en los centros de enseñanza públicos y cada vez se lo ponemos más difícil.
En Bachillerato tienen clases presenciales con reducción de jornada, por lo que los profesores apenas explican, pero a la hora de examinarlos se les exige como si no hubiese pandemia. Tengan en cuenta que en breve se examinarán de la EBAU; incompresiblemente, las notas de corte para acceder a las carreras han subido este año y nuestros hijos lo tienen muy difícil para poder estudiar aquello por lo que están luchando.
En el caso de la Educación Secundaria, tienen clases presenciales en días alternos y es ahora cuando están empezando a recibir alguna clase virtual (llevamos un año de pandemia) y podría dedicar horas a explicar la falta de seriedad, dedicación y compromiso de algunos profesores, y me pregunto: “¿Hay inspectores de Educación?...
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