Todavía hay esperanza
Extracto, si me permiten, unas líneas de mi artículo publicado en esta sección hace más de seis meses (4-8-2020), sobre el escándalo de las niñas tuteladas prostituidas en Mallorca:
“... Testimonios de educadores informan que las menores internadas en hogares de protección son explotadas sexualmente de forma generalizada y extendida. Y, lo que es peor, que desde hace más de tres años el IMAS (Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales) que tutela a 359 menores, tiene conocimiento de ello sin hacer nada al respecto”.
“Lo penúltimo que nos faltaba por ver: una banda de pedófilos vigilando a menores tutelados, mientras políticos, jueces, fiscales y mayoría de medios dan la callada por respuesta”. Menores en redes de prostitución y drogas, precisamente donde se supone que deberían estar más protegidos: en centros tutelados.
“Si desde aquí no podemos hacer otra cosa, me niego a ser, con mi silencio, un colaborador necesario para que este asunto tan grotesco, tan asqueroso y tan vilmente gestionado, se olvide, y los responsables directos no terminen guillotinados en la plaza Mayor, o como alternativa, en una ceremonia de suicidio colectivo de culpables. De ahí este recordatorio”.
Mi sorpresa, grata sorpresa, es que hoy en Antena 3 ha salido la noticia de que el Parlamento europeo ha pedido por carta al vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, así como al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que respondan ante los casos de “abusos a menores tuteladas” en Baleares.
En concreto, Bruselas exige explicaciones detalladas a ambos miembros del Ejecutivo sobre las medidas y soluciones adoptadas por sus ministerios para erradicar el caso y proteger a los menores.
A través de dos cartas, la Comisión de Peticiones de la Eurocámara, dirigida por la popular Dolors Montserrat, ha comunicado a ambos ministros 1) la admisión a trámite; 2) la apertura de una investigación sobre este asunto y 3) la posibilidad de enviar una comitiva a Baleares.
Me temía lo peor, es decir, que se olvidara, pero hoy me he llevado una alegría con este notición que espero no sea fuego de artificio, y suponga el principio del fin de toda esa gentuza que aquí, como en otros estamentos sociales, haciendo de su capa un sayo, se dedica a explotar y destruir a los más débiles.
Indirectamente, LA NUEVA ESPAÑA y un servidor hemos puesto nuestro granito de arena. Muchas gracias.
Saludos cordiales
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