Acerca del exconsejero de Educación Iglesias Riopedre
Claman voces en pro de la excarcelación de este político socialista, y lo hacen en la consideración de que no ha matado a nadie, de que tiene 80 años y bla, bla, bla. Es decir, lo mismo que la mayoría de los presos en España. Vaya por delante que solo deseo la cárcel largo y tendido, para terroristas, asesinos, violadores, maltratadores y demás delincuentes que hayan usado la violencia para delinquir. Los demás podrían recuperarse con medidas de acción social en pro de la comunidad, que tanta falta hacen. Es decir, limpieza de bosques y arrabales, de cunetas, alcantarillados y colectores, de centros para mayores, para niños deficientes, comedores sociales, etcétera.
El problema que Iglesias Riopedre añade a su condición de delincuente es el no reconocimiento del robo de más de 6 millones de euros (se escribe pronto), que son mil millones de pesetas, para entendernos, comandando una banda de ladrones junto a M.ª Jesús Otero, Marta Renedo, el propio hijo de Riopedre, Almacenes Pumarín, etcétera. Y el problema añadido que no tienen en cuenta los clamantes, es decir, el expresidente socialista del Principado Rodríguez-Vigil o el exalcalde también socialista de Oviedo Antonio Masip, entre otros, es también el no reconocimiento de que con 6 millones de euros los centros escolares de Asturias se pueden dotar de centenares de equipos informáticos, de canchas deportivas, de bibliotecas, o de monitores extraescolares, etcétera.
Solo en una ocasión pude reunirme con Iglesias Riopedre (en mi centro de trabajo IES La Ería), pero me dio tiempo a reprobar su actitud chulesca por no atender ni anotar las reivindicaciones que le fui relacionando. Eso sí, mientras tanto y a la puerta, un chófer le esperaba en un lujoso coche oficial a cargo del erario regional. Eran los tiempos de vino y rosas, cuando una docena de automóviles Phantom se agolpaban a la puerta de la Junta General del Principado de Asturias, con sus respectivos chóferes.
Solo en otra ocasión tuve la oportunidad de visitar la cárcel de Villabona, dentro de un Programa Escolar para alumnado de 4.º de ESO, y donde pude departir sin prisa alguna con delincuentes de baja estopa, que tampoco habían matado a nadie, y que, sin embargo, tal y como me reconocieron, sí que estaban muy arrepentidos.
Pero hay más problemas añadidos, que los políticos (tanto los delincuentes como Riopedre, como los que simplemente se hacen millonarios a cargo de la política, véanse Rodríguez-Vigil o Masip), otros problemas, reitero, que dichos políticos omiten con descaro y por sistema. Y son no tener en cuenta la impotencia de la ciudadanía de a pie, es decir, la que ve cómo cada mes disminuye su poder adquisitivo, tanto como aumentan sus cargas sociales e impositivas; la misma ciudadanía que asiste incrédula a la no restitución de las millonarias cantidades de dinero robadas, y que se “saldan” con apenas unos “mesinos” en cárceles de cuatro estrellas, sin que el dinero robado revierta en las arcas públicas con el incremento correspondiente al tiempo transcurrido entre lo robado y devuelto. O lo que es lo mismo, que la mayoría de los políticos delincuentes, se van de rositas.
Para Iglesias Riopedre mis mejores ánimos y deseos de salud, con las mismas ganas de mi parte, además, de que cuanto antes, él y su equipo de estafadores públicos, devuelvan el dinero robado al erario. Miles de escolares se lo agradecerán, el resto, casi otro millón de asturianos, también.
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