¿Vacuna obligatoria en Galicia?
Tengo la rara costumbre de leer tanto la prensa nacional como la local para saber qué ocurre en las diferentes regiones españolas, y a veces te topas con noticias sorprendentes, no porque lo sean en sí mismas, sino porque las informaciones recibidas por todas las fuentes sobre el mismo tema iban en otra dirección.
Me refiero, claro está, al título de esta carta, y a la obligatoriedad que puede suponer el hecho de vacunarse o no del coronavirus y sus posibles consecuencias.
Todo parecía indicar que iba a ser un acto voluntario, pero que no lo debe entender así el Parlamento gallego, que ha aprobado una ley de Salud que pretende imponer multas de 1.000 a 600.000 euros a la “negativa injustificada” a la vacunación, lo que de hecho puede ser una obligatoriedad encubierta.
Los políticos gallegos consultados que han defendido su obligatoriedad alegan que solo surtirá efecto en “circunstancias muy concretas” y cuando se produzca “un riesgo muy serio para la salud de la población”, mientras que los que la rechazan lo hacen porque afirman que contraviene la normativa estatal sobre derechos y libertades, por lo que consideran que su encaje legal es más que discutible.
Entretanto a los ciudadanos no nos queda otra que esperar a que nos llegue el turno de vacunarnos, que haya vacunas, y pronto, para todo el que quiera vacunarse, al margen de sanciones o de consideraciones, porque están en juego la salud y la recuperación de la economía de una sociedad que no levanta cabeza.
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