El reto de forjar un nuevo contrato social
Hagamos propuestas para regular otra economía desde la libertad. Dichas propuestas solo pueden buscar la actividad laboral de todas las personas y un reparto equitativo de la riqueza. Hasta ahora la Unión Europea solo ha cosechado fiascos: "La austeridad como receta para salir de la crisis es una medida fallida que se sigue utilizando en la UE": P. Krugman (Nobel de Economía). "La austeridad, de forma inevitable y predecible, siempre empeora las cosas": J. Stiglitz (Nobel de Economía). En referencia a Europa, J. Stiglitz se preguntaba: "¿Serán capaces de poner coto a los buscadores de rentas y a sus actividades en defensa de sus propios y estrechos intereses, que inevitablemente perjudican a la economía en su conjunto? ¿Serán capaces de forjar un nuevo contrato social para el siglo XXI, que garantice que los beneficios de cualquier crecimiento que se produzca se repartan equitativamente?". Añadía luego: "El problema en Europa es una demanda propia insuficiente (...) Las familias se empobrecen cada vez más y tienen un futuro cada vez más incierto, lo que contribuye ulteriormente a inhibir el consumo". Con "la Máquina" produciendo, con la oferta y la demanda retroalimentándose a valor cero: o siendo únicamente para ricos... P. Krugman afirma: "Bajar los impuestos a los ricos no genera riqueza, solo sirve para hacerlos más ricos".
Sin pleno empleo, se consigue desconfianza y decaimiento, y quizá estallidos de violencia. Conseguir el pleno empleo tras la pandemia en cada Estado miembro y en cada una de sus regiones, debe ser el desafío europeo. La migración masiva de jóvenes en busca de empleo puede ser solución económica para ellos, pero es patógena para los territorios que ven como su gente joven y preparada emigra porque no pueden realizar su ocupación en su país, ni tienen oportunidad de crear familia en él. La oferta y la demanda europea no puede consistir en que un país acapare a los mejores con sus ofertas de empleo, vaciando de existencia a otros países: aunque con ello se consiga el pleno empleo en Europa. Eso no es igualdad de oportunidades, es depredación y terminará con el sueño europeo.
No se ven propuestas que permitan excluir, el que interesadas políticas inciten al odio a jóvenes desmotivados y sin posibilidades. Europa ha de dar confianza y evolucionar para construir un nuevo contrato social europeo para el siglo XXI. Universidades, MMCC, AASS, deben vislumbrar ese nuevo contrato social y evitar una vuelta a la década de 1930 en el mundo. Esta vez con internet, robots e IA, a disposición de masas y manipuladores.
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