Estado de excepción ¡ya! en Barcelona
Lo ocurrido en Barcelona estos días es de una gravedad superior, más por la dejadez de las instituciones que por los vándalos y bandoleros en sí.
No puede ser posible tanta contemplación, ¿a qué esperan el presidente del Gobierno y el ministro del Interior para decretar el estado de excepción inmediato?
¿Qué es un estado de excepción?
"Un estado de excepción es la aplicación de un dispositivo que se encuentra estipulado en la Constitución de un país y el cual puede ser utilizado por el jefe de Estado de ese país en caso de que exista una situación de desorden o de conflictos que perturben el orden interno de esa nación con el objeto de poder hacerle frente de manera adecuada".
"El estado de excepción permitirá a la autoridad gubernativa -con limitaciones- ejercer las siguientes medidas: detener a cualquier persona si lo considera necesario para conservación del orden siempre que, cuando menos, existan fundadas sospechas de que dichas personas vayan a provocar alteraciones del orden público". ¿Díganme si en Barcelona no existen fundadas sospechas de que vayan a atemorizar a la población esos consentidos sinvergüenzas? ¿Dónde estarán sus padres? ¡Escondidos bajo las sábanas!
¡Ya! Señor presidente del Gobierno, ministro del Interior, esa imagen de saqueos, quemas y destrucción debe ser contestada firme y contundentemente, los violentos si ven debilidad en el resto se crecen más y más.
Cuando las revueltas, los saqueos, los destrozos y actos vandálicos llegan a una situación como la actual, el Gobierno no puede mirar para otro lado, ¿esperan que muera alguien?
Ayer prendieron fuego a una furgoneta de la guardia urbana con el chófer dentro, es más, lo vieron, vieron que en ella estaba alguien y, con todo, le prendieron fuego los cobardes malnacidos. ¿Dónde está la proporcionalidad de esos canallas? Qué decir de las quemas a escaparates y cajeros, ¿esperan que arda un edificio entero?
Los saqueos al estilo oeste americano son de una bajeza de sumidero. Ustedes, señor Pedro Sánchez, no pueden seguir mirando para otro lado.
No tienen razones para esas manifestaciones, al menos las que rezan en su lema, en España hay libertad de expresión, y ese rapero en sus letras y dichos hace injurias, enaltecimiento al terrorismo y a amenazas de muerte, eso no puede ser interpretado como libertad de expresión jamás. Además, es curioso que los mismos que hicieron del piropo delito ahora quieren que ese sujeto impresentable sea declarado Don Limpio. Lo dicen incluso cientos de escritores, periodistas y famosillos, personas que les pones delante a firmar lo que sea y lo hacen por no meterse en problemas. ¡Cuánto daño hacen, cobardicas! ¿Ustedes creen que lo de ese rapero es para encuadrarlo en libertad de expresión? ¿Qué bajo han caído todos ustedes?
Las reivindicaciones con violencia jamás deben tener consideración alguna.
La violencia de unos pocos es el reflejo de la cobardía del resto y de la dejadez del Gobierno.
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