Una llamada a través de la ventana
La vida del día a día de una madre entre cuatro paredes... y así ya desde hace un año, es dura muy dura, y hoy como casi todos los días desde entonces nos hemos visto en la distancia en tu lugar, donde todos dicen ser tu nueva casa desde hace ya tres años. Nos vemos a través de la ventana, a veces veo tu cabeza reposando sobre el cristal, estás dormida y para no despertarte vuelvo sobre dónde vine pensando en llamarte más tarde... Hoy he tenido suerte y cogiste el teléfono, yo en la calle calculo que a unos 30 metros desde tu ventana y hablamos... a veces interpreto lo que quiero trasladarte porque en ocasiones tus debilitados oídos ya no entienden mis palabras… es difícil, sí, comunicarnos así, y más en estos últimos meses que he notado que día tras día te iba perdiendo un poco más pues poco a poco tu deterioro cognitivo se hace cada vez más preocupante, ese aislamiento carcelario al que estás sometida por los protocolos impuestos... me hace sentirme culpable de tu situación... pero no, todos sabemos que estás mejor ahí… al menos estás controlada y atendida en tus necesidades básicas y médicas, no estás sola y sabemos que te quieren. Seguimos hablando con gestos y lanzándonos besos continuamente… el teléfono es mero espectador de la llamada... te saludo desde la calle a mi manera y tú me correspondes con el mismo saludo de siempre… y me dices “cuídate mucho, Angelín... cuídate mucho”... Entre lágrimas te contesto con la voz entrecortada… y pienso: ¡Qué fuerte eres, mamá!
Mañana te toca consulta médica en el HUCA y es una buena forma de poder verte de cerca... de sentirte y mirarte sin ningún cristal por medio..., qué ganas tengo. La última vez fue hace poco por otra consulta, parece que ahora los días pasan más rápido... pero no, se hacen eternos. Aún te falta una vacuna, esperemos que te la puedan poner pronto para que al menos en un tiempo la situación pueda cambiar en cuanto a visitas y otras medidas para que puedas salir de ese aislamiento, que puedas empezar hacer una vida más o menos normal con tus hijos que tanto te queremos y puedas volver a ser tú, esa mujer tan vital que nos estás demostrando con tu fortaleza lo mucho que estás luchando por sobrellevar esto... Sí, ¡qué fuerte eres, mamá! Es un horror no poder verte y estar contigo más tiempo, gracias que de muy de vez en cuando podemos hacer una videollamada y así nos veas y sientas y disfrutemos juntos de ese momento único para todos. Llega la hora del adiós, me despido con mil besos, cuelgo el teléfono y te mando mi último saludo y beso alabando tu presencia, cojo la bici y vuelvo por donde vine… algunas veces contento y otras llorando por dentro. Te quiero, mamá.
Mi queja: Desde aquí quiero mostrar mi queja a los organismos que regulan el sistema sanitario asturiano por no poner más medios para que las familias que tenemos a nuestros mayores ingresados en residencias o en los hospitales no podamos al menos tener una videollamada al día para poder vernos y sentirnos más cerca de ellos, en muchos casos tenemos que depender de favores de enfermeras y en otros esperar a que o bien la asistenta social pase por la planta o bien la psicóloga organice las llamadas tocándonos cuando nos toque… Es un trato totalmente inhumano el que se está dando en estos casos ya que el deterioro cognitivo y físico de las personas que están en los hospitales o residencias es grandísimo y preocupante: un ejemplo claro, mi madre, que en estos últimos meses ha estado sometida a muchísima tensión por los continuos ingresos y altas que ha tenido de los hospitales por culpa de una neumonía mal curada... todo esto unido a la soledad en la que ha vivido. Es triste y complicado de explicar a nadie que no haya pasado por ello.
Señor Barbón, hágase ver usted este problema como suyo y aplique los medios para que toda persona pueda estar en contacto directo con sus seres queridos al menos y no pedimos mucho... una vez al día a través de videollamada… ya no de poder estar con ellos por la situación de riesgo que ello supone... pero sí una videollamada sería vital para que su deterioro sea menor.
Agradecer a todo el personal sanitario, médicos, enfermeras que han tratado a mamá con mucho cariño y al personal del centro donde está ingresada por su comprensión y paciencia en saber estar como profesionales en esta época que nos ha tocado vivir. Lo único que pido es más medios para que podamos estar en contacto con mamá todos los días.
Gracias.
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