Chapuzas a domicilio, vecinos desamparados
Despiertas un día y ves un cartel en el portal de la empresa encargada de la obra avisando a los vecinos de que por favor retiren todos los objetos de las zonas comunes. ¡Qué bien! ¡Qué alegría! Pensamos todos los vecinos. Por fin se van a realizar las obras de las zonas comunes para las que tantos años llevaba ahorrando toda la comunidad de 40 vecinos. Comienzan las obras y con ello la preocupación de algunos de los vecinos. Unas obras que son responsabilidad de un arquitecto.
Unas obras en las que lo primero que se ordenó hacer por parte del arquitecto fue la consolidación de unos muros que se tambalean y tienen riesgo de desprendimiento. Qué sorpresa e inquietud cuando esos muros no son consolidados, sino que simplemente se suben de altura poniendo encima unos cuantos ladrillos.
¿Quién ha decidido eso? ¿Por qué no se han puesto barandillas? Ninguno de los vecinos ha votado por eso.
Comienza el cambio del suelo y añadimos otra sorpresa más para los vecinos y la comunidad cuando los trabajos son lamentables por parte de alguien que se gana el pan de cada día haciendo ese tipo de trabajos.
Sigue la incertidumbre y el asombro a partes iguales y algunos de los vecinos deciden ponerse en contacto con el arquitecto responsable de la obra, puesto que tanto la presidenta de la comunidad como el administrador hacen caso omiso de los ruegos y preguntas y que son conocedores de la realización de las obras.
¡Caramba! ¡Otra sorpresa más! El arquitecto no había autorizado el comienzo de las obras puesto que estaba exigiendo el plan de seguridad (inexistente a día de hoy ) a la empresa y aún no había constancia de él.
El arquitecto ordena parar la obra y al día siguiente siguen los trabajos, se vuelve a informar al arquitecto y vuelve a ponerse en contacto tanto con la presidenta como con el constructor. Paran las obras. Varias llamadas a la Policía Local sin ningún tipo de resultado.
Estamos desamparados.
Se está haciendo una chapuza para la que hemos estado ahorrando mucho tiempo y nadie nos ayuda, nadie sabe nada.
Señora presidenta, administrador, ¿saben ustedes que sin el permiso del arquitecto cualquier accidente que ocurra en el transcurso de las obras recae sobre la comunidad? ¿Podremos llevar sobre nuestras conciencias el accidente que pueda sufrir algún vecino?¿Queremos estar pagando toda nuestra vida una derrama por la muerte de una persona?
Vecinos, tenemos que estar unidos por el bien de todos. Que se hagan las cosas bien y que todos podamos llegar a nuestras casas y descansar.
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