La Nueva España » Cartas de los lectores » El heroico asalto a la pancarta de Pacita

El heroico asalto a la pancarta de Pacita

30 de Julio del 2010 - Luis Santullano (Valdés)

En época de Franco corría una leyenda según la cual cuando el General venía a pescar unos buzos le enganchaban los salmones en el anzuelo. Aunque seguro que esto no era cierto, la realidad es que en aquellos tiempos el papanatismo de las autoridades locales en su afán por agasajar a la autoridad superior fue práctica común y fuente de inspiración para el cachondeo popular.

Muchos años después las cosas no han cambiado. Unos metros por delante de la comitiva inaugurante el servicio de limpieza de la localidad barre el recorrido previsto, limpia las cunetas y elimina las ortigas. Y, por supuesto, el itinerario para alcanzar el lugar de evacuación de los discursos autocomplacientes evita los baches y la visión de las miserias del lugar. El peloteo del político local al superior en el escalafón es endémico.

Pero en ocasiones el celo de los ediles da lugar a situaciones chuscas, cuyo relato debería correr más suerte y ser contado por reportero de más enjundia que este humildísimo espontáneo.

Es el caso que en Cadavedo tuvo lugar hace unos días la inauguración de alguna obra local, con la asistencia de don Vicente Álvarez Areces, presidente del Gobierno del Principado. Enterada Pacita de que don Vicente, con la comitiva de autoridades y demás séquito del pincho y vino español, pasaría frente a su casa, decidió sacar la ya histórica pancarta con que denuncia desde hace tiempo el atropello que el Ayuntamiento y Cogersa cometieron con ella al haber instalado un punto limpio para recogida de basuras, precisamente a un metro de distancia de la fachada de la casa en cuya primera planta ella habita.

Y aunque muchos vecinos de Cadavedo opinen que el Ayuntamiento de Valdés se caracteriza por una escasa atención hacia su pueblo, a partir de este día deberán revisar su forma de pensar. Porque, raudos, los Servicios de Inteligencia del Ayuntamiento pocos minutos le permitieron a la famosa pancarta desarrollar sus afanes exhibicionistas. Y así, con el despliegue de los más modernos y rápidos sistemas de comunicación, dichos servicios movilizaron a las fuerzas del orden del Ayuntamiento, que, dotadas de las tropas necesarias y de una escalera de mano, procedieron al asalto del edificio subversivo, reduciendo a Pacita, que armada con una escoba se resistía tenazmente desde la ventana donde había colocado su pancarta. Finalmente, la superioridad numérica y de medios de las fuerzas del orden logró ocultar la pancarta momentos antes de que los barrenderos municipales pasaran precediendo a la comitiva inaugurante. El señor presidente del Principado no fue, así, incomodado, y las autoridades locales exhibieron su particular balsa de aceite.

Conviene aclarar que Pacita, Pacita Isidro para los vecinos, es una señora de 88 años, con gran lucidez, que interpreta que su Ayuntamiento comete con ella sistemáticos abusos de poder.

El Ayuntamiento comienza por instalar bajo su ventana un punto limpio de recogida de basura, con las molestias que ello conlleva, negándose a considerar otros emplazamientos alternativos que no incomoden a los vecinos.

Puesto que no le queda más arma que la denuncia pública de lo que considera un abuso, coloca una pancarta en su balcón que reza: «Punto limpio sí, pero no aquí». Misteriosamente, la pancarta desaparece de noche, y Pacita elabora otra con el texto «Quita el punto limpio, no la pancarta».

Y así se inicia un quita y pon de pancartas entre Pacita y unos misteriosos comandos nocturnos consistoriales que dura hasta el famoso asalto que se relata más arriba, en el cual, apremiadas por la proximidad de la comitiva inaugurante, las fuerzas del orden proceden a reducir a Pacita, a riesgo de recibir un escobazo.

Sin duda, el asunto merece ser reseñado, pasando a formar parte del acervo de hechos heroicos de nuestra historia reciente, codo con codo con la reconquista de Perejil.

Cartas

Número de cartas: 45901

Número de cartas en Septiembre: 5

Tribunas

Número de tribunas: 2079

Número de tribunas en Septiembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador