Edadismo, gerontofobia, misandria y misoginia
La sociedad se está volviendo insensible, egoísta e insolidaria.
La gerontofobia, no incluido en el Diccionario de la Lengua Española, que se refiere al temor, la prevención, la aversión o el desprecio hacia los ancianos, se muestra más latente que nunca desde la llegada del covid. Le acompaña un amigo incondicional, el edadismo, definido por “los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas debido a su edad”. No lejos nos encontramos con dos opuestos que llegan a conformar las cuatro patas de una sociedad podrida: misoginia y misandria.
Estos cuatro pilares son causa y efecto de una confrontación, de un radicalismo y una intolerancia sin límite y cuartel, todo enaltecido y adobado desde el poder, desde el mismo gobierno. Un gobierno queda bien, un gobierno débil y timorato que demuestra que los pactos entre diablos, solo acarrean precipicio, disentimiento y miseria.
Los socios del PSOE no tienen experiencia en nada. ¿Qué pueden aportar, para darse a ver? solo sus discursos feministas, ecologistas y animalistas radicales, con salsa de confrontación permanente. Es curioso, el vicepresidente cuando llegó aplicarse el estado de alarma por pandemia, se hizo máximo responsable de las residencias de ancianos, en ellas murieron a miles, como conejos abandonados. Siguieron falleciendo en la segunda y tercera ola, sin ver a nadie serio y capaz de imponer nada. Solo con la llegada de vacunas se ve la luz. Cuando alguien pone todo y más, no se le puede pedir más, salvo la dimisión por ineptitud. A usted, señor Iglesias, no le vimos la misma disposición para dignificar la vida de nuestros abuelos (ayer fue el día de la mujer, mucho bombo, pero esas mujeres, la mitad de los ancianos, esas para ustedes no son mujeres a defender y proteger) sí se le ve dispuesto a defender a un energúmeno que enaltece el terrorismo, pidiendo que sus insultos y apologías a la violencia sean declaradas libertad de expresión. Las residencias de ancianos deben ser lugares protegidos e investigados por las instituciones, allí deben darse las condiciones de cuidado, esmero, vigilancia permanente... todos con un poco de mala suerte llegaremos a viejos.
Las mismas misándricas están cargadas de edadismo y gerontofobia, solo son mujeres las arribistas, las jóvenes, cuanto más mejor, así las adoctrinan de niñas con eslóganes imposibles de fumar: Desigualdad salarial por el mismo trabajo, que no tienen los mismos derechos y libertades, que están hasta el coño de hacer la comida al marido y de cuidar a sus papás y abuelos y niños, que ellas paren, que si la conciliación familiar... solo uno de esos lemas es real y cierto: la brecha salarial. Pero no es por un mismo trabajo, es que muchas mujeres por necesidad o falta de preparación se ven obligadas a trabajar en empleo de bajo valor añadido en cuanto al salario. Lo curioso es que los mismo que gobiernan se hacen oposición a ellos mismos: súbanles el sueldo y dejen de manipular.
¿Solo quisiera que me dijeran un solo derecho y libertad que tengan los hombres y a ustedes se les niegue? ¿Digan algún funcionario, cargo público y empleo que por el mismo rendimiento se le pague más a un hombre que a una mujer?
Además ¿Igualdad? ¿Gana lo mismo Cristiano Ronaldo que Lucas Vázquez? ¡Pues eso! Yo no puedo ser igual usted, somos diferentes y disparejos. La igualdad es una quimera que se les metió por la cabeza sin razonamiento posible. ¿Igualamos a Irene Montero con las Kellys, o lo hacemos a la inversa?
Luego van criticando el machismo imperante cuando son ustedes las que lo propagan, las madres les hacen todo a los hijos: camas, comida, limpieza, pancha... incluso después de emancipados.
Lo último es eso de estar cansadas de ser las cuidadoras de ancianos ¡son sus papás, sus abuelos! Ingratas e insensibles, solo espero que cuando viejas, pronto, llega pronto, se pudran de soledad. Cada cual, en su casa, en su intimidad, puede organizarse como quiera sin que ustedes que no han dado un palo al agua en su vida, se pongan a arreglar la vida de las demás.
Una sociedad que no cuida y protege a sus ancianos está podrida hasta la médula.
De la misoginia diría lo mismo, las mujeres y los hombres debemos convivir, juntos somos fuertes ambos, por separado, gana siempre el más fuerte. Nada arreglamos con esa confrontación permanente, los agresores y asesinos son ellos los culpables de sus actos, no el resto del 99,999999% de los hombres que no van por la vida abusando de mujeres. Dejemos de convertir la sociedad en víctimas y verdugos, buenas y malos... todo se puede arreglar sin convertir los debates en circos mediáticos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

