Sí, somos culpables
El 8 de marzo salía a la luz un manifiesto llamado "En Podemos también hay feministas" que fue suscrito por más de 1.500 cargos orgánicos e institucionales del partido. Como no podía ser de otra manera, la mayoría de los medios afines a la derecha se han hecho eco rápidamente de la noticia y han intentado, como es habitual, embarrarlo todo con ella. Sin embargo, los medios afines a la izquierda apenas han piado. Para mí, esto último es incluso más grave que lo primero, del mismo modo que lo es la ausencia de respuesta por parte del Gobierno.
Resulta que más de mil militantes e inscritos, que no es moco de pavo, han elaborado un manifiesto pidiendo a Podemos que tenga en cuenta de una vez por todas a todo el feminismo, lo que implica acercarse a un colectivo tan plural como numeroso. Y no, no es un manifiesto "contra le ley Trans", tal y como ha sido recogido mayoritariamente en los titulares, sino que se trata de un manifiesto que pide que se revise y se debata tanto interna como públicamente su borrador, pues "desde el área de Feminismo(s) del partido a nivel estatal se ha impuesto una posición única e inamovible sobre la 'ley Trans' que no es necesariamente coincidente con la de todo el partido ni con la de muchas de las mujeres al frente de las áreas de Feminismo(s) en los distintos territorios de nuestro país".
En este manifiesto también se ha puesto el acento en una de las preocupaciones fundamentales del feminismo, a la que se ha hecho escasa referencia en los medios que recogieron la noticia del manifiesto (comprensible si tenemos en cuenta que lo que se lleva ahora es hablar exclusivamente de la ley Trans). Y este tema crucial es la abolición de la prostitución, un tema sobre el cual Podemos ha hecho toda una declaración de intenciones, intenciones que manifiestan el deseo de alcanzar "un horizonte abolicionista", pero al que aún no sabemos cómo vamos a llegar. Por eso, las feministas empezamos a echar en falta conocer cuáles son los primeros pasos que nos acercarán a dicho horizonte.
La izquierda es plural, la izquierda es crítica y eso siempre ha sido nuestra espada de Damocles, pero, paradójicamente, también nuestra mayor virtud. Por eso, este manifiesto no es un ataque, sino un grito que clama escucha y entendimiento. Así que sí, somos culpables de suscribir con nuestras firmas estas peticiones; somos culpables de no querer bajarnos a la primera de cambio del barco morado que, todavía hoy, creemos que es el único que nos puede llevar a buen puerto.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo