Pablo Isla, el milagro de Inditex
Al presentar el balance de resultados de Inditex, su presidente, Pablo Isla, a pesar de haber visto reducido el beneficio en un 70%, ha dicho sentirse "orgulloso y satisfecho" del intenso trabajo de la compañía en todo el mundo.
Aunque puedan parecer un contrasentido las palabras del máximo mandatario de la primera compañía textil del mundo, lo cierto es que encierran en sí mismas el espíritu de superación y de supervivencia de la multinacional, que, en un año en el que la pandemia se ha llevado por delante cientos de negocios y miles de empleos, su decidida apuesta por el negocio online ha amortiguado la caída de las ventas y les ha abierto nuevos horizontes y realidades.
La transformación digital de Inditex ha permitido que las ocho marcas del grupo tengan 50 millones de usuarios activos y 6.600 millones de ventas, un 77% de aumento sobre 2019, lo que representa el 32,4% del total de las ventas de la compañía.
A pesar de la pandemia y del cierre de establecimientos, Isla afirmó que cerrarán el año con 36.000 empleados, la misma cifra con la que empezó, por su política de absorciones. También se refirió a la lluvia de millones procedentes de los fundos europeos para financiar empresas en crisis, de los que Inditex se desmarca priorizando sus propios proyectos, y a su compromiso con los proveedores, con los que tiene un trato exquisito, a los que respalda financieramente, y a quienes aseguró los pagos sin suspender ningún pedido, circunstancia esta muy significativa porque solo en nuestro País el número de proveedores es de 6.834, con una facturación de 4.000 millones.
Amancio Ortega sabe muy bien que los milagros no existen, que el milagro es saber elegir a los mejores y él lo supo hacer cuando decidió ceder los trastos a Pablo Isla en 2005, quien ha hecho crecer ininterrumpidamente a la compañía desde entonces, sortear "milagrosamente" 2020 y proyectarla exponencialmente hacia el futuro.
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