La Nueva España » Cartas de los lectores » Nefastas costumbres

Nefastas costumbres

29 de Julio del 2010 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

De cómo la historia sí se intenta cambiar, y ahí está la ley del aborto para probarlo. A veces tenemos profunda tristeza por ciertas declaraciones y por los hechos de la historia, por eso procuramos matizarlas y cambiarla (o recuperarla). Siempre hubo grupos a lo largo de la historia que creyeron que más allá de su interpretación había que cambiarla. Al igual que la ley de la gravedad (de la que la ciencia aún no ha logrado plena interpretación) pero que siempre hemos querido cambiar. No, no lo hemos logrado, pero sí hemos avanzado en burlarla o mitigar sus efectos: volamos; usamos paracaídas; y, más a nivel del suelo, amortiguadores. Sin embargo la Física parece que no deja muchos caminos para cambiar la ley de la gravedad. De igual ocurre con otros principios que están en la historia. Sin embargo algunos consideran progreso los cambios a nuevos Ordenes Nuevos, que, en la mayoría de los casos, son precipicios de la historia a la que se lanzan sin la oportuna reflexión de sus consecuencias; y hacen puénting sin la pertinente soga elástica.

Lo cierto es que la ciencia afirma que la genética de la naturaleza humana y su evolución vital comienza con la fecundación de un óvulo por un espermatozoide. Y así lo constató y dijo públicamente todo un premio nobel agnóstico (Severo Ochoa). Esa vida humana, que así ha comenzado, queda sentenciada al final por el momento de la muerte cerebral; y es que no sabemos hacer volver a nadie, desde ese estado, a la vida anterior. Sin embargo, sí fuimos capaces de mantener un cuerpo palpitante con vida en ese estado de muerte cerebral hasta que el hijo que portaba naciese. Y así se constató que la ciencia que lucha por la vida es posible. Obviamente, eso del agnosticismo militante de Severo Ochoa no es relevante, porque la ciencia no entiende de agnósticos, ateos o creyentes. Sin embargo, los autoproclamados iglesia de la Religión Laica (los que creen ciegamente en la no-creencia), se congratulan por la Ley (Del aborto). Y lo hacen en nombre de la ¿ciencia?, y de la ¿libertad? Porque, con esta Ley, ¡al fin!, la mujer es libre de defender su libertad y lo dicen con una falaz frase «Por fin en España la mujer va ser libre de decidir, ella y sólo ella, si desea o no tener hijos». (Bueno yo siempre he dicho que, dada mi pecaminosa naturaleza, igual sería capaz de matar por la libertad. De cualquier forma no estoy orgulloso de ello ni me congratula). Este tipo de planteamientos me recuerdan a los de Charlton Heston como defensor del rifle, y en defensa de las leyes que permiten disponer de él para ejercer el derecho de matar en defensa de la libertad. Supongo que la Asociación del Rifle y la de Asturias Laica se congratularán mutuamente por su capacidad para la defensa de la libre decisión personal de utilizar el gatillo entre la vida y la muerte por la libertad. Francamente no estoy en disposición, dada mi naturaleza, de poder disparar ningún fúsil Pero sé que, aunque tuviera que luchar y sufrir para ello, y por ello, sería más libre si buscase y apoyase otras salidas. De cualquier forma, la vida, ¡siempre la vida!, es la más importante cosa que se nos otorga para vivirla en libertad sin decisiones que nos esclavicen, incluso la vida de después de la muerte (como se ha constatado posible al dar vida a la luz, una muerta).

Cartas

Número de cartas: 45901

Número de cartas en Septiembre: 5

Tribunas

Número de tribunas: 2079

Número de tribunas en Septiembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador