Desagravio a una gran señora
En la última página del número 28245 de LA NUEVA ESPAÑA, correspondiente al pasado miércoles 10 de marzo, he leído el artículo “La frase que Cela nunca dijo” de la Santina, que me ha producido gran indignación, en el que se atribuye a doña Clairelise Grin una burda, aunque famosa, frase referida a la Santina, disculpando así a quien siempre se consideró su autor, don Camilo José Cela, lo que nunca ha sido desmentido.
No solo se afirma que pronunció ese exabrupto en público, sino que tenía “tendencia a ese tipo de afirmaciones categóricas y jocosas”. Es evidente que quien eso escribe no tiene la más mínima idea de la personalidad de la primera esposa de don Emilio Alarcos, quien era una admirable señora, que se caracterizaba por una exquisita pulcritud y elegancia tanto en su aspecto externo como en su educación y agradable trato. Puedo asegurar con rotundidad, por conocimiento directo, que nunca pudo decir tan procaz y tabernaria frase, opinión que comparten quienes la conocieron y he consultado.
Solo se puede comprender la publicación de tan inadmisible ofensa por animadversión propia o por trabajar al dictado de alguien oculto en la sombra. En cualquier caso, debería darse alguna explicación de los motivos que inducen la intención de denigrar a alguien, que además no puede defenderse dando cumplida respuesta a semejante ataque. ¿Es posible que esto deje traslucir algún interés de congraciarse con la Fundación Cela (en quiebra se dice), lavando la memoria del escritor, que sí era soez, y aprovechar el tiro para alguna venganza personal?
Pues bien, en el número 15 de la revista “Cuadernos del Norte” (septiembre-octubre de 1982), don Camilo escribe en “El jardín del Ábaco”, párrafo con número 40:
Doña Josefa puso los ojos en blanco y exclamó:
–¿Que la Virgen de Covadonga es pequeñina y galana? ¡Pues que se joda!
Quién es Josefa es una cuestión que dejamos al señor Orihuela, que precisamente cita esa fuente, para que remate su profunda investigación periodística y nos lo aclare. ¿O necesita más pistas?
Que su periódico se preste a este tipo de maniobras de desprestigio puede convertirlo en uno más de la detestable prensa basura, de la que hay abundancia en exceso.
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