El arte de vivir
Cantaba Pablo Neruda en uno de sus bellos poemas: “Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera”. Y por su parte, Bécquer, melancólico siempre, sentenciaba: “Mientras haya en el mundo primavera ¡habrá poesía! Sirvan estas citas como introducción al mensaje que trato de transmitir.
SUMARIO: Consejos para llegar al otoño de la vida con un elevado grado de plenitud
DESTACADO: Nunca se debe olvidar que pensar es la tarea más fecunda y rentable de la vida humana; muchos errores se cometen por la postergación de un proceso de reflexión
El hombre y, claro, la mujer, son al mismo tiempo arquitectos y objeto de su propia obra. Por ello, condición indispensable es no permitir que se cubran de telas de araña las paredes de la mente, en tanto y cuanto las facultades mentales no le traicionen. La vivacidad y la pasión por vivir han de conservarse intactas para continuar arando y cultivando el futuro, cuyo fruto no es otro que el de adquirir conocimientos: para comprender, escuchar y, es posible, enseñar, agudizando la capacidad de observación y perspicacia. Esta forma de practicar el arte de vivir conducirá a la estación del otoño de la vida con un elevado grado de plenitud. Celebra la recepción de los años que están por llegar, no los que has consumido.
Y procura hacer plácidamente el camino de la vida; alegre, con buen semblante y lleno de templanza. Ten siempre presente que la templanza es una cualidad humana que consiste en actuar o hablar de forma cautelosa y justa, con sobriedad y moderación. No olvides que el ejemplo es descendente, nunca ascendente. Y canta cuando se presente la oportunidad. Y si no dominas esta faceta humana o no lo deseas, escucha a quien canta. En el trascoro de la catedral de Toledo hay escritas unas palabras admirables: “Calla y canta”. La música y las canciones te ayudarán a ser más feliz. Hay que afanarse por ser, no por tener o poseer. Di tu verdad tranquila y claramente, pero no incurras en el descaro. Algunas personas confunden descaro con sinceridad. Hay que ser apasionados por la verdad y por la justicia. Si al cabo de los años no tienes enemigos, es que jamás amaste estos grandes conceptos. Para evolucionar positivamente, la sociedad lo que necesita son ciudadanos sensatos y con inquietudes. Nunca se debe olvidar que pensar es la tarea más fecunda y rentable de la vida humana. Muchos errores se cometen por la postergación de un proceso de reflexión.
Permítaseme invocar a Rozalén, cantautora española, que en su disco “El paso del tiempo” incluye una canción que nos advierte: “No hay tiempo para odiar a nadie y toca ser feliz”. Y recuerda que el altruismo, la generosidad y la caridad no salen de la biología: los aprendemos de niños y nos hacen humanos. Y sigue el curso del río de la vida en tu particular canoa cargada de voluntad.
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