La Asociación Sociocultural de El Vallín (Morcín), entre la nostalgia y el optimismo
La Asociación Sociocultural de El Vallín, con sede social en Morcín, es una institución joven pero muy activa y con gran proyección, cuenta con aproximadamente 300 socios diseminados principalmente en varios puntos geográficos del concejo y otros añadidos de los concejos de Mieres, Riosa, Oviedo y Gijón, principalmente, casi todos con un grado de vinculación con el concejo padre que es Morcín.
El ambicioso proyecto de visitas culturales, excursiones, conferencias y jornadas gastronómicas se ha visto cercenado por la irrupción inesperada del maldito bicho de importación china y por tanto las ilusiones de los socios frustradas y hechas cisco. Consideramos pues un año perdido por mor de la pandemia que asola al mundo. En la propia asociación ha habido algunas bajas mortales por la enfermedad, para quienes tenemos un especial recuerdo y nos unimos al dolor de sus familiares. Todo ello ha sumido a los socios en un indescriptible pesimismo nostálgico.
Nuestro presidente, el bueno de Amador García Fernández, vive con pasión el devenir de la asociación y con frecuencia envía sus mensajes de aliento y ánimo y con sus eficaces colaboradores han conseguido crear un clima de compañerismo, buena vecindad y solidaridad entre todo el colectivo. Se afana en mantener puntualmente informados a los asociados.
Apenas inaugurado un modélico centro social hizo acto de presencia el covid-19 que obligó a clausurarla hace un año.
Ahora es de esperar que, con la llegada de la vacuna, más pronto que tarde, pase este triste episodio y podamos volver a la normalidad, recuperando los encuentro y cambios de hábitos de convivencia.
Amador, vital, solidario, perfeccionista, creativo, afable, ameno conversador, culto, generoso y sobre todo buen paisano donde los haya, ha conseguido con el esfuerzo de su familia crear una empresa que ya comercializa sus productos más allá de nuestras fronteras, Pitos de Caleya Sierra del Aramo, muy bien gobernada por su hijo Amador García Suárez. Es un producto muy exquisito y un agrado ver los pitos corretear por los prados y caleyas desde la preciosa atalaya de El Vallín a los pies del Monsacro y La Mostayal, incrustado en la misma sierra del Aramo.
Deseamos fervientemente que nuestra asociación retome cuanto antes su rumbo y que contribuya a paliar tanto desencanto de un tiempo cautivos por la pandemia, viendo cómo se multiplican los palos de ciego en la gestión pública y erradicando el letargo que no permite el ferviente deseo de salir adelante. Despidamos la nostalgia y demos libre paso al optimismo.
Concluyo agradeciendo a nuestros amigos Cova y Quirós que en su momento nos invitaron a pertenecer a la ejemplar Asociación de El Vallín.
Para concluir, imploramos para que la patrona Santa Cecilia nos proteja e ilumine nuestro camino.
Un abrazo para todos.
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