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Los conservadores y la tauromaquia

2 de Agosto del 2010 - Francisco Javier Prieto Gancedo (Corvera de Asturias)

Sigo con expectación la riada de reacciones que ha provocado la decisión por parte del Parlamento catalán de prohibir las corridas de toros en todo su territorio después de la votación a que ha sido sometida tal propuesta presentada por una iniciativa ciudadana mediante firmas; este grupo de ciudadanos son en su mayoría pertenecientes a grupos pro-animalistas y ejercieron un derecho que nos otorga a todos la constitución.

Como decía al principio, las reacciones son muy variadas; desde el lógico disgusto de los amantes de la fiesta, por llamarla de alguna manera, hasta el cabreo generalizado de los sectores más conservadores de este país; a estos últimos quisiera referirme para que todas aquellas personas que lean esto sepan que algunos podemos ser anti-taurinos, otros pro-taurinos y otros que simplemente pasan de esto, pero en ningún caso somos tan tontos como se imaginan estos individuos.

Empezaremos por el señor Rajoy, que en un tono cargado de ira, acusa a los políticos de Cataluña de querer romper cualquier lazo con España, cuando a los que realmente debería criticar es a los amantes de los animales, auténticos promotores de esta situación, eso sí, con el riesgo de perder algún voto, aunque no creo que le importe mucho después de ver como queda cada vez que se presenta a unas elecciones; este hombre es capaz de perder incluso presentándose él solo, nada más basta ver el tembleque que le entra cada vez que se menta a Cascos en su presencia, pero bueno, eso no sólo le pasa a Rajoy, les pasa a muchos dentro del PP; entre todos juntos no hacen la mitad de uno como el ex ministro de fomento.

Seguiremos por Esperanza Aguirre, la cual califica de casposos a los anti-taurinos; les puedo asegurar que escuchar a esta señora calificar a alguien, sea quien sea, de casposo, es lo mejor que he escuchado en los últimos tiempos.

También hay por ahí un torero que dice haber visto morir a muchos seres vivos, y que sólo al toro lo vio hacerlo con arrogancia; tranquilo Rambo, quizás ver tanto cine yanqui te esté pasando factura; pero posiblemente la reacción mas curiosa sea la de la Iglesia española, los obispos, que por medio de su altavoz radiofónico, no se cansan de decir que esto es un atentado contra la libertad de las personas, sí, han leído bien; después de demostrarnos durante 40 años su inquebrantable adhesión al régimen de Franco, vienen ahora a hablarnos de libertad. Alucinante; simplemente porque se quieren abolir en cierta zona de España unas prácticas que el propio Vaticano y por ende la Santa Madre Iglesia Católica de Roma consideran» merecedoras de reprobación tanto para los actores como para los espectadores que en ellas participaran» (De Salutis Gregis Dominici - Pío V), por si alguien no lo sabía. Como pueden ver, la guinda del pastel. Todos ellos saben perfectamente que no se debate la libertad de nadie, sino que se intenta acabar con los espectáculos públicos donde se tortura hasta la muerte a un animal, pero el problema que tienen es que a poco que los ciudadanos sepan calibrar los parámetros en que se mueven, sus argumentos demagógicos pasaran a formar parte de la nebulosa espacial.

Finalizo dando la enhorabuena a todos los defensores de la vida, tenga el origen que tenga, así como a todos los enemigos del sufrimiento animal, y les doy la enhorabuena por dos razones; la primera, por la ley recién aprobada en Cataluña y la segunda porque viendo el nivel del contrario, les auguro más jornadas de felicidad, ah, y se me olvidaba, un respeto a los canarios, ellos nos llevan ventaja y son tan españoles como el que más, y el que lo que les pregunte, ya verá. Un saludo .

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