Por muy tocaflautas que sea
De todos es sabido que la brutalidad policial en los Estados Unidos está a la orden del día. Lo que no suele verse en los noticiarios ni leerse en la prensa es que de esa brutalidad policial llegan a ser víctimas incluso niños.
Se ha hecho viral estos días el vídeo publicado por el departamento de policía del condado de Montgomery (Maryland), en el que una pareja de agentes maltrata, abusa verbalmente y esposa a un niño de 5 años.
Las imágenes son incómodas de ver y a uno se le cae el alma a los pies al ver la zafiedad, falta de profesionalismo y absoluta deshumanización de dos uniformados que nunca debieron entrar en el cuerpo.
Las fuerzas de seguridad de cualquier país son el rostro visible de la ley. Quien porta una placa no ha sido mandatado para garantizar el orden de cualquier manera. El cómo importa, y mucho. Nunca debiera un miembro de los cuerpos de seguridad del Estado olvidar que, por muy tocaflautas que sea el ciudadano con el que le esté tocando lidiar, ese contribuyente goza de la presunción de inocencia hasta que se le pruebe culpable y, encima, le paga el sueldo.
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