El desastre de la izquierda en Madrid

También podríamos titular el artículo de hoy como el triunfo del PP en Madrid, pero, yo creo que es más acertado el que he elegido, porque estoy completamente convencido de que el triunfo del PP, y de la derecha y ultraderecha en Madrid es un efecto del desastre de la izquierda, esa es la causa, no por las matemáticas, que eso es de Perugrullo, sino por las políticas, por los mensajes, por los candidatos, en resumen, por tácticas estrategias y pseudoprincipios totalmente equivocadas/dos que han puesto el triunfo en las manos de Ayuso, a la que le bastó repetir las tonterías que le dictó Miguel Ángel Rodríguez, como la disyuntiva "comunismo o libertad" ¿De verdad hay alguien, en su sano juicio, que crea que la libertad en la Comunidad Autónoma de Madrid, y en España, dependía del triunfo de Ayuso, del triunfo del PP, y que si hubiera ganado la izquierda íbamos a tener un régimen comunista?

Ya habíamos advertido que fiar las campañas electorales y la estrategia de un partido político a gurús y a sus ocurrencias no era una buena idea. Vamos a analizar pormenorizadamente quienes son los ganadores y los perdedores en estas elecciones, pero si tenemos que buscar un culpable del desastre de la izquierda, sin entrar en otros detalles, ese ha sido Pedro Sánchez, que permitió a Iván Redondo, su asesor plenipotenciario, dirigir la campaña desde la Moncloa dejando en segundo término a la Federación Socialista Madrileña. Un partido con la historia y la entidad del Partido Socialista no puede dejar la dirección de las campañas y la elección de los candidatos en manos de alguien que lo mismo asesoró al PP que ahora asesora al PSOE y que ningún militante socialista ha elegido. Al menos Miguel Ángel Rodríguez es un hombre inequívocamente del PP, aunque más de Aznar que de Casado, todo hay que decirlo. En Cataluña a Iván Redondo le salió bien presentar a Illa, pero allí, con el hartazgo que tiene la gente, hubiera servido cualquier candidato que fuera catalán.

El triunfo del PP, y de Ayuso en concreto, es incontestable, el PP pasa de 30 a 65 escaños en la Asamblea de Madrid, más que doblando los que tenía, algo nada fácil y que solo puede pasar si has hecho las cosas muy bien, que va a ser que no, y si los otros lo han hecho muy mal. El otro gran triunfador de la jornada electoral es Más Madrid, el partido de Errejón sube de 20 a 24 escaños y demuestra que hacer una labor de oposición seria, el trabajo de hormiguita, algo a lo que el PSOE no está acostumbrado en las cámaras regionales, da réditos. El resultado de Vox también es magnífico, la ultraderecha solo sube de 12 a 13 escaños, pero logra no ser absorbida por el tirón Ayuso y, sobre todo, condicionará con sus votos todo lo que pase en Madrid, porque el PP no tiene mayoría absoluta. Podemos sube de los 7 escaños que tenía a 10, pero, lo que sería un éxito para cualquier otro partido, para Podemos es un fracaso, porque al frente de la candidatura se había puesto su líder, Pablo Iglesias, que había dejado la Vicepresidencia segunda del Gobierno, aunque la gente bien informada sabe que no por eso ni para eso. Iglesias es consciente no ya de que él se ha convertido más en un lastre que en un valor, sino de que el proyecto que emergió a partir del 15M ha fracasado y lo ha hecho no por culpa de los medios de comunicación ni por los continuos insultos y patrañas contra Iglesias y contra su formación política, ha fracasado por los errores. Podemos es perfectamente capaz, por si alguien lo duda, de suicidarse solo. Solo una dirección nueva y una autocrítica profunda, muy profunda, podrían salvar a Podemos, seguramente con Yolanda Díaz a la cabeza, otra cosa es que la dejen. La debacle del PSOE es monumental, ha pasado de ser el partido más votado y con más escaños en la C A de Madrid a quedar el tercero, por detrás del PP y de Más Madrid. Es la primera vez en España que un partido a la izquierda del PSOE (exceptuando Bildu y BNG, a los que no voy a contar por las singularidades de su ámbito) obtiene más votos que los socialistas en unas elecciones autonómicas. Ahora hay mucha gente cabreada en el PSOE de Madrid con Sánchez y se exigirán cabezas en bandeja de plata, la del bueno, y soso, Gabilondo ya se da por descontada, pero hay muchos conspicuos del partido que le tienen ganas, con razón, a Iván Redondo, y ahora tienen una ocasión maravillosa para cobrar esa pieza de pelo. Ciudadanos ha desaparecido de la Asamblea de Madrid como desaparecerá de toda España. El centro político es como la línea del horizonte, se habla de él, incluso se vislumbra, pero en realidad no existe y cuando se polariza la política los astros que se mueven en torno a ese centro caen irremisiblemente en su agujero negro, el de la Historia. Eso está pasando en toda Europa con los partidos liberales. La izquierda solo puede sacar dos cosas buenas de todo esto: una, que dentro de solo dos años habrá otra vez elecciones en la C A de Madrid y otra, aprender de los errores, aunque esto es algo extremadamente difícil en este país, particularmente en la izquierda, pero, ya sabemos lo que te volverá a pasar si no rectificas.