Dejamos la cultura para más tarde
Hoy se ha anunciado que Sitges, una localidad catalana, llevará a cabo un ensayo clínico para poner a prueba la viabilidad del ocio nocturno, por lo que cinco bares van a poder alojar de 11 de la noche hasta las 3 de la mañana a clientes como antes de la pandemia, es decir, sin medidas de seguridad.
Se trata de una noticia esperanzadora para el mundo de la hostelería, sobre todo si nos centramos en los destinos más concurridos en verano, ya que se trata de un sustento importante de la economía. Pero todo ello me lleva a preguntarme, ¿y qué hay de la cultura? De conciertos, de espectáculos, del teatro... Parece que el entretenimiento cultural ha pasado a un segundo plano dentro del mundo del entretenimiento en general.
El tipo de prioridades que les damos a las atracciones representan también el valor que le damos a nuestro turismo, que, lejos de potenciar las actividades culturales, priorizamos la vida nocturna. Noticias como la cantidad de franceses que visitaban nuestro país hace una semana no nos debería sorprender si priorizamos el entretenimiento nocturno antes que actividades artísticas que siguen sin fecha de vuelta.
Pese a ello, considero que el ensayo clínico en Sitges es una buena noticia, pero debemos intentar abarcar mucho más antes de volver a la normalidad.
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