¿La vida es un sueño o quizá lo será la muerte?
La muerte sirve para hacernos pensar, pero no sobre la muerte, sino sobre la vida (Savater).
Nacemos sin pedirnos permiso, sobrevivimos unos pocos años, tampoco tendremos la posibilidad de elegir seguir viviendo, la muerte es nuestro único destino seguro. Todo ello, sin saber cuándo ocurrirá.
Sin tener en cuenta las diferentes posibilidades de cada cual para tener una vida más o menos feliz, según nazca de buena cuna, en qué lugar, su capacidad y el tiempo que le tocó vivir. ¿Podemos tener un pensamiento único de la vida y la muerte? ¿Verdad que no?
Epicuro: “Cuando tú eres, tu muerte todavía no es, y cuando tu muerte sea, tú ya no serás”.
Eso sí, podemos elegir el suicidio, una opción que por desgracia muchos hacen uso de ella. Aunque no es recomendable. Ahora los nuevos políticos, esos que dicen defender nuestro bienestar, nos facilitan aún más el suicidio asistido (eutanasia). Eso sí, hacernos la vida más fácil y feliz, nanay, nos regalan muerte digna según dicen, sale más económico matar que sanar: hipócritas.
Siempre será la vida lo que nos hará sufrir. La muerte en realidad no existe. Lo dice Epicuro, cuando ella sea, tú ya no serás. Mientras tú eres, ella no es.
“Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros, sino a los que amamos” (C. Fuentes) esta parte de la muerte quizás es la más cruel de todas.
No existe razonamiento posible para no creer en otra vida. Si viviéramos creyendo en ella, recordando que todos moriremos sin saber cuándo, quizá la vida fuera más amena y feliz para todos.
Nos educan mal, nadie nos habla filosóficamente de la vida, de la muerte y de la incertidumbre del mañana, ya sea: vivos o muertos.
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