¿Ahora también tocada la sanidad primaria?
Alguien tiene que poner límite y cordura a todo lo que está pasando en nuestra sanidad pública. Si ya la atención hospitalaria estaba con listas de espera de verdadero escándalo en ciertas especialidades, la llegada de la pandemia agravará todo y más. Se necesitan profesionales políticos dispuestos a revertir la situación, de lo contrario, los que no se hayan muerto de covid lo harán por desatención de otras patologías.
Lo estábamos viendo venir, ahora también en la atención primaria llega la desatención. Sabemos por los momentos que están pasando nuestros sanitarios en el último año, el desgaste tremendo de la saturación y el sentirse impotentes ante la avalancha de contagios, también sabedores de que se están aparcando la atención de otras patologías graves que necesitaban prevención, atención y solución.
Con la propuesta de acceso a la atención personalizada al disminuir la incidencia del virus y estar vacunados los mayores, la reacción de los médicos no tiene sentido alguno, hablan de inoperancia si abren el acceso ilimitado, de sobrecarga de trabajo... No lo entiendo, ustedes tienen un horario laboral, nadie les exigirá atender ni más, ni menos de los que en ese tiempo quepan. Luego serán las autoridades administrativas las que valorarán falta de medios, de personal, la eficiencia, la capacidad, la atención requerida, etcétera. De una vez por todas, tanto en la atención primaria como en la especializada, deben desde el Ministerio y desde la Conserjería de Sanidad hacer una planificación para que nadie pueda escudarse en falta de medios y personal, creo que falta un compromiso firme para colocar a los mejores allí donde contagien al resto con su entrega y compromiso, y no dejarse manipular por enchufados y liberados.
Alguien debe coger el toro por los cuernos, no es posible que en la sanidad primaria existan listas de espera. Los que conocimos ir al médico de cabecera sin previo aviso pasamos por pedir cita en el día, luego el anterior, ahora, a soportar que debes esperar de media dos días. Es para pensar que los pacientes pasaron a un segundo término cuando son la única razón de existir dicha sanidad. La pagan, la sostienen, deben tomar medidas y no tomarnos el pelo. Los enfermos, los ancianos, los discapacitados, los pensionistas, los trabajadores... son mero discurso electoral. No se lleva la ancianidad y la enfermedad, jamás han tenido tan poca dignificación nuestros mayores y nuestros enfermos como en los últimos tiempos, el ejemplo lo vimos clarísimamente con la pandemia, en algunas comunidades hasta les negaron la posibilidad de ingresar en hospitales para intentar salvarles… ¿vieron escandalizarse a algún político? ¿Vieron alguna fiscalía actuar de oficio contra semejante genocidio senil? ¿Vieron que alguien se presentara como acusación particular contra semejante indignidad criminal?
Somos conscientes del momento actual por el que pasan nuestros sanitarios (les damos las gracias por el esfuerzo tremendo de este año), pero cuídense de seguir pensando que la sanidad pública es suya, o son ustedes: solo y únicamente tiene razón de existir por los usuarios, pacientes o enfermos. Si se les niega el ingreso, si se les atiende tarde, mal y nunca... no hay razón para mantener semejante mastodonte. ¿A quién atenderán a tiempo, solo a familiares y conocidos? Un saludo.
Por último, esos jóvenes mastuerzos e irresponsables que por su inconsciencia saturan hospitales, celebrando su idiotez cuando el virus está todavía entre nosotros, son culpables además de contagiar y poner en riesgo a familiares y conocidos, de que no se atienda en tiempo y manera otras patologías, también del desgaste y esfuerzo sobrehumano que están haciendo pasar a nuestros sanitarios, con lo cual vean el daño tan tremendo que causan, ¿hablan de libertad? Ustedes son escoria de esta generación muy consentida, creada a base de educación sin disciplina y a plena comodidad. Ahora lo estamos pagando muy caro.
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