En el 2024 el coche en el garaje
El Gobierno pretende que paguemos por circular en las carreteras estatales y regionales a partir del 2024.
Las razones esgrimidas para vestir el muñeco son que en Europa ya se hace, que debe pagar el que las usa, que si pagamos las carreteras serán más seguras, que pagarán los que contaminan, que favorecerá el transporte público y que de algún sitio hay que sacar la pasta porque el dinero es finito.
1. Albania, Estonia, Islandia, Finlandia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Ucrania son países con un sistema de carreteras libre, mientras que Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Suecia tiene un sistema mixto, similar al nuestro.
2. La media de edad de los automóviles en España es de 12,7 años, por encima de la europea y muy lejos de los 6,4 años de Luxemburgo. Debemos fomentar el uso de energías limpias empezando por invertir en infraestructuras para que puedan desplazarse con gran autonomía los vehículos menos contaminantes.
3. Si deben pagar los que las usen, perfecto. Debe aplicarse una tasa a los que utilizan los servicios públicos en general: estaciones de metro, tren, aeropuerto, centros deportivos, hospitales, comisarías, televisiones públicas, Congreso, Senado, palacio de la Moncloa, etc.
4. Si hay un plan alternativo para favorecer el transporte público somos todo oídos. Nos quedaremos sordos esperando.
5. En España circulan el 85% de las mercancías por nuestros asfaltos. No parece que el sector del transporte, tan castigado, merezca la puntilla.
6. La seguridad vial depende en gran medida del estado de las carreteras. La AEC (Asociación Española de Carreteras) cifra en 8.000 millones la necesidad de inversión, destinando un 94% a la pavimentación. Si queremos carreteras más seguras hay que volver al betún de Judea.
7. Subir impuestos (IRPF, Sucesiones, Patrimonio y Sociedades) después de una pandemia no parece lo más aconsejable. Deberían comenzar por las grandes reformas pendientes para adelgazar las administraciones.
Es un “déjà vu” porque no quieren apretarse su cinturón político-administrativo y sí el de los sufridores que madrugamos cada día.
Nuestros gobernantes deberían ser más prudentes ante una población que está ya harta de que sean sus motos las más contaminantes y caras de mantener.
Si siguen por esta vía, los chalecos rojos y amarillos inundaremos las calles, solo es cuestión de tiempo.
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