D. Valentín Masip y las tropelías del callejero ovetense
Tengo una cierta sospecha, que me perdone si no es así, del cabreo que, desde el cielo, tendrá el que fue ilustre alcalde de Oviedo D. Valentín Masip. Y es que seguro que no entiende la dispar y discriminatoria resolución comunista, ratificada por Uniovi (Historia), de quitar de nuevo los nombres tradicionales de muchas calles de Oviedo.
Porque se preguntará por qué a Calvo Sotelo se le considera franquista, asesinado por guardias de Largo Caballero ¡por ser católico, padre de familia y dirigente de la oposición de derechas!
No entenderá lo de la Gesta: Oviedo fue sometido muchas veces y martirizado hasta su liberación, ya desde Napoleón.
Ni la destrucción de símbolos y personas que defendieron Oviedo de tan terribles cercos.
Y se preguntará, en estas circunstancias, la razón de que su calle, moderna ampliación del Oviedo de los 60 continúe con su nombre. Pensará que no es justo, pues parece amparado por el socialismo/comunismo de sus hijos. Y él, honrado mandatario de una sociedad acomodada ovetense en tiempos de Franco, debería desaparecer de las calles de Oviedo. Lo que personalmente no comparto.
Y esto amparado por una Universidad que, en vez de estar preocupada por crear sabiduría y riqueza para esta tierra en decadencia, se dedica a estudiar anacronismos históricos, para satisfacer, por lo que vemos, las ansias gerracivilistas, anticonservadoras y antipatrióticas de un partido absolutamente ineficaz como Podemos.
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