Cuatro pasos adelante y tres hacia atrás
Mascarillas higiénicas o FFP2, filtros, equipos de protección individual, batas, guantes... Si bien es cierto que todos estos materiales desechables ya se usaban antes de manera regular en la sanidad, ahora toda la población los utiliza diariamente. Los tenemos que llevar de manera obligatoria ya estemos en un lugar interior o en el exterior, independientemente de la distancia de seguridad.
Me pregunto cuál debe de ser la cantidad de mascarillas y otros materiales que llegamos a tirar a la basura en un solo día en todo el territorio. Me resulta escalofriante.
Por un lado, encontramos muchas medidas a favor de la sostenibilidad, la no contaminación. Todo encaminado a cumplir los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030 de la ONU. Coches eléctricos, ciudades más verdes y libres de tráfico, medidas a favor del reciclaje, impuestos y restricciones a los coches contaminantes, entre otros. Y, por otro lado, siento impotencia, malestar y contradicción al encontrarme de manera habitual mascarillas desechables por el suelo de las calles. Es como avanzar cuatro pasos y retroceder tres.
Como parece que la vía de la concienciación no tiene mucho éxito, puesto que los incívicos parecen no atender a razones, propongo como solución volver a la regulación inicial del uso de las mascarillas: solo en lugares interiores, y en el exterior solo en caso de que no se pueda cumplir la distancia de seguridad.
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