Suecia versus España
Hoy he recibido por Facebook una hermosa fotografía de la ministra de Trabajo del reino de Suecia sentada en la estación del metro de Estocolmo. Probablemente sea pactada, pero tiene el aspecto de reflejar la realidad y nos muestra a una señora que vuelve a casa después de su trabajo. Lo que más me llama la atención, estamos en España, es que es ministra de Trabajo en un Gobierno socialista y en un Estado monárquico. Lleva ese partido muchos años gobernando, incluso tuvo un “mártir” cuando el primer ministro fue asesinado al volver a casa del cine acompañado por su mujer. Era Olof Palmer y eso le da credibilidad a la fotografía de la Ministra esperando en el metro.
La diferencia con nuestro país abruma. Empezando porque allí no existe en el Gobierno ningún miembro que desde el Consejo de Ministros trabaje para cambiar el modelo de Estado, que respetan, mientras que aquí casi todo el Gobierno trabaja para ello, es decir, para cambiarlo, de forma solapada, porque conoce que legalmente le sería casi imposible.
Respeto a quienes desde fuera del Gobierno trabajan para transformar legalmente el actual Estado monárquico en republicano, aunque no lo comparto, pero detesto a quienes pretenden hacerlo desde el Gobierno por la puerta trasera, como luego comentaré.
Comparo el comportamiento de la ministra sueca con el dúo de Galapagar, que desde el popular barrio madrileño de Vallecas y desde la caja de un supermercado prometieron trabajar para mejorar la vida de los más necesitados y lo único que hicieron fue mejorar la suya. Uno era muy feliz en su Vallecas natal saludando a los vecinos en el ascensor, hasta que, aupado por la política, pasó de decirles “hola, cómo estáis” a viajar desde la sierra en coche oficial con escolta. La otra, por el solo mérito de ser su pareja, viaja en las mismas condiciones, lleva a sus niñas al “trabajo” y utiliza a una empleada pública para cuidarlas.
Son ahora “tan casta” que hasta obtuvieron un fabuloso crédito en la “cercana” Barcelona, no en Vallecas, y en una caja de ahorros tan elitista que se llama Caja de Ingenieros, no de Obreros. ¡Toma del frasco, Carrasco!
Igualito que la ministra socialista sueca.
Decía anteriormente que comentaría el obscuro trabajo del Gobierno para establecer la República, conociendo que legalmente lo tendrían prácticamente imposible:
-Desprestigiar al actual Jefe de Estado, llevando su actividad al mínimo posible.
-UP presentaría en el Congreso una propuesta de ley para modificar la forma de Estado.
-Con la mayoría actual se aprobaría la propuesta.
-Comunican al Jefe de Estado su destitución por las Cortes.
-Varios partidos políticos acudirán al Tribunal Constitucional, que tomándose su tiempo declarará inconstitucional la decisión.
-Las últimas decisiones tomadas por el Ejecutivo en relación con las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad están motivadas por este obscuro proyecto, que espero y deseo que falle.
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