Cuando la cultura en Cudillero era del pueblo y para el pueblo...
Hace unas fechas, en este diario de su digna dirección se publicaban unas declaraciones del alcalde de Cudillero, el socialista Carlos Valle, sobre el tema de la venta del famoso cuadro “El Aníbal vencedor” de Goya de la Fundación Selgas Fagalde al Museo del Prado de Madrid. Sin ánimo de entrar en polémica con nadie, sí me gustaría hacerle algunas matizaciones al joven alcalde pixueto. Según él, “ya somos muy pesados con lo del cuadro. Estamos hablando de una obra de titularidad privada, algo que no parece esté claro”, afirmaba el primer edil pixueto a la prensa. Los asturianos, y especialmente los vecinos de Cudillero, tenemos muy clara esa obviedad, lo que usted no parece tener muy claro es que esas obras de arte, patrimonio de la familia Selgas Fagalde, hoy administradas con total opacidad por la Fundación que lleva su nombre, es un legado histórico que la mencionada familia hizo al pueblo de Cudillero y por extensión a todo el Principado de Asturias. Le confieso que yo no soy ningún experto en arte, aunque he visitado en numerosas ocasiones el Museo del Prado para admirar los tesoros de arte pictórico que allí se exponen. Sinceramente, y sin ánimo de ofenderle, creo que usted, como alcalde de Cudillero, no ha estado a la altura de las circunstancias que han rodeado la venta del famoso cuadro de Goya “El Aníbal vencedor”. Es impresentable que usted salga diciendo en la prensa que le parece “una tontería tan absurda y ridícula; que damos una imagen de idiotas fuera de Asturias”. Yo le pregunto: ¿damos una imagen de idiotas por pretender defender nuestro patrimonio artístico, o el que hace el ridículo es usted por no haber intentado, al menos, dejar oír su voz en contra de la salida del cuadro de Asturias, y evitar este escandaloso expolio?
Por otra parte, y sobre esta misma cuestión, también me gustaría hacer referencia al artículo que con fecha 19 de abril pasado, y bajo el título “Aníbal vencedor”, publica este diario con la firma del cronista oficial de Cudillero, Juan Luis Álvarez del Busto. Argumenta el cronista en su escrito para justificar la venta del cuadro que “si la venta del Goya supone la supervivencia de la Quinta, del personal que allí trabaja, pues qué se le va a hacer”. Y prosigue en su razonamiento, lógicamente interesado, aseverando: “Y casi seguro que harían lo mismo los hermanos Selgas y sus descendientes, diga lo que diga el testamento por el que parece se rige la Institución”. Sorprende que el cronista de Cudillero, ferviente defensor de todo lo relacionado con la cultura y la historia de su concejo, en este caso en concreto pase de puntillas sobre el tema sin darle mayor importancia. ¿No tendrá nada que ver que un familiar muy próximo suyo sea trabajador en el mantenimiento de la Quinta, en El Pito? ¡¡Qué cosas hay que ver y escuchar en esta Asturias mía!!
En junio del año 1998, siendo corresponsal de este diario, me tocó hacer un amplio reportaje coincidiendo con la inauguración de la Casa de Cultura de la villa pixueta, sobre la exposición de varias de las obras más valiosas de la Fundación Selgas Fagalde. Entre ellas, el “Aníbal vencedor” de Goya (el polémico cuadro ahora vendido) y la “Asunción” del Greco. Los vecinos de Cudillero, que tantas veces habían oído hablar de los tesoros artísticos que encerraba el palacio de los Selgas, pudieron en aquella ocasión ver hecho realidad el sueño de contemplar las obras de arte, ahora ya fuera de Asturias. Desde el Ayuntamiento, el entonces alcalde, Francisco González, declaraba a LA NUEVA ESPAÑA: “Queremos que la cultura, y más concretamente esta exposición de los Selgas, pueda ser admirada por todos los ciudadanos sin excepción, puesto que la cultura debe llegar a todos por igual”. Una idea aquella del popular Quico que choca hoy frontalmente con la opinión tanto del nuevo alcalde como del cronista oficial del concejo, pues ambos nos aconsejan que “quienes estén interesados en admirar el ‘Aníbal vencedor’ tendrán que viajar hasta Madrid para verlo en el Museo del Prado”. Lo peor de todo esto es que lo dicen sin el menor atisbo de rubor. Por último, incalificable también la posición de la señora consejera de Cultura del Principado, quien solo ha salido a la palestra a defender lo indefendible cuando el daño a nuestro patrimonio regional ya estaba consumado. En definitiva, toda una cadena de despropósitos que nos vienen a demostrar la clase de gobernantes que tenemos por Asturias...
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