¿Sirvió para algo el 15M?
Hace diez años un grupo de personas (se dicen universitarios) decidían enviar un mensaje para convocar una concentración en una plaza de Madrid. Sorpresa de estos que ese mensaje corrió como la pólvora y se extendió a lo largo de la geografía española.
Puede que ese éxito de convocatoria se debió a una sinergia del hartazgo del pueblo, ante la desidia de los políticos y falta de actuación, ante una grave crisis que sufría España.
Nadie se esperaba que cientos y cientos de personas de manera espontánea decidieran acampar en las plazas, y de ahí comenzó un nuevo movimiento, el 15M.
Eran la esperanza de millones de personas, la ilusión de un nuevo futuro.
Se creaban movimientos feministas, se acababa con el bipartidismo, nacían decenas de nuevos partidos que prometían un futuro mejor. Ofrecían la esperanza de un panorama político diferente, en donde el ciudadano adquiriría el protagonismo que se merecía.
Diez años después, vemos que el cambio tan poco fue para tanto, y quizá ni para mejor. El bipartidismo sigue, pero con necesidad de apoyo de otro partidos menores, que hacen más dificultoso el gobernar. Miles de inconcluencias, peleas, leyes que no llegan a su fin por falta de consenso y un sinfín de problemas.
Y el pueblo sigue sufriendo los intereses de la clase política. Esos partidos que prometían estar con el pueblo. Se acabaron aburguesando, porque el poder es muy goloso.
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