Alimentos que no provienen de la naturaleza
Abro el diario y leo noticias sobre productos y alimentos que en realidad no lo son: café que no proviene del grano de café, carne que no proviene de ningún animal sacrificado o leche de vaca que no se ha ordeñado. Es decir, productos artificiales, de laboratorio.
La primera impresión que me despierta es una sensación casi de rechazo, que esto “no es natural”. En el sentido más puro de la palabra querría decir que no proviene de la naturaleza. Después me paro unos segundos a reflexionar, y pienso que, antes de emitir un juicio, tendría que disponer al 100% de toda la información al respecto: cómo está producido, los beneficios que comporta al planeta, posibles riesgos para la salud... También habría que probarlo, está claro. Quizás el sabor no es el mismo o no vale nada.
Y seguramente pensarás que por qué hay que darle una oportunidad a este tipo de alimentos si ya disponemos de los que nos da la naturaleza. Muy sencillo: los recursos de nuestro planeta no son ilimitados, y cada vez somos más población. Este ritmo es insostenible y podría tratarse de una buena solución.
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