Tecnológicamente inducidos
La tecnología avanza a una velocidad de vértigo. Como seres humanos no sabemos dónde puede estar el techo de dicho instrumento. Nos facilita la vida, pero a la vez nos oculta misteriosas informaciones. Se ha perdido el "Se acabo el juego, que la cena ya está hecha". Ese juego urbano donde se aprendían infinitas lecciones de vida.
Hoy en día, mayoritariamente la actividad tecnológica se nos ha colado por la ventana y nos embulle mediante pantallas retro iluminadas en habitaciones 4x4. ¿Será dicha evolución positiva? ¿O esconde una parte negativa en la cual ni más de la mitad de las personas sabemos con qué tratamos? ¿Somos consientes de la cantidad de información que le estamos dando? ¿Nos ha cambiado nuestros hábitos de vida?
El mundo digital del siglo XXI exige una reorganización del mundo totalmente diferente a la que estábamos acostumbrados, y ahí está ella para hacerlo posible.
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