La odisea de los jóvenes
Escribo para dar voz a un colectivo que está sufriendo un periodo de desorientación y falta de oportunidades, los jóvenes.
La pandemia ha traído consecuencias negativas en nuestra sociedad, afectando a casi todas las personas sin importar edad o clase, y los jóvenes no son una excepción. Actualmente, las ofertas de trabajo que antes parecían precarias ahora son consideradas todo un lujo. Teleoperadores, camareros, captadores de socios de una ONG, entre otros.
Los jóvenes ya no hacemos planes de futuro, vivimos el día a día pensando en si mañana seguiremos manteniendo nuestro trabajo o no, y eso nos está desanimando y provocando ansiedad y angustia a causa de esta situación. Ahora mismo, tener un contrato fijo relacionado con los estudios cursados es un lujo que muy pocos jóvenes consiguen.
Esta situación, por una parte, puede servir como un empujón para todos estos jóvenes que se plantean iniciar unos estudios para conseguir un trabajo estable con condiciones más normales. Pero, sin embargo, tener una carrera, o incluso un máster, no es sinónimo de estar tranquilo y tener un futuro profesional asegurado.
Creo que se debería hacer un esfuerzo por parte del Gobierno para impulsar la creación de nuevas empresas en las manos de los jóvenes de nuestro país y, también, dar ayudas a aquellas empresas que contraten a gente joven, sin tener en cuenta su experiencia laboral, para darles una oportunidad dentro del mundo profesional.
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