El arte y los tiempos de la dictadura argentina
El campo artístico argentino, en el contexto de la dictadura militar de 1976 a 1983, se vio gravemente afectado y limitado por la presencia de la censura y de la represión cultural, que impidieron a los artistas manifestar su pensamiento a través de sus obras.
Sin embargo, este ambiente de persecución y control no impidió el surgimiento de un arte de resistencia que reivindicaba la libertad de expresión, de la que los artistas habían sido despojados.
Por lo tanto, se asistió a la aparición de una denuncia social, cuyo fin era el de reflejar el clima de violencia, de miedo y de horror que azotaba al país. Para eludir la censura fue necesario reelaborar el lenguaje visual, y esa fue una estrategia que permitió criticar la dictadura, pero de manera indirecta.
Se desarrollaron diferentes formas artísticas, que incluían tanto las creaciones plásticas como la fotografía y el vídeo. A través de estas, los artistas focalizaron la atención en los acontecimientos que se estaban verificando, también dando realce a los desaparecidos, a las víctimas secuestradas, torturadas y asesinadas por la Junta Militar, que ocultó los cuerpos.
Asimismo, lograron dar voz también a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo, que marchaban para obtener respuestas acerca de lo que les había pasado verdaderamente a sus hijos y nietos, intentando romper el silencio.
Entre las múltiples funciones desempeñadas por el arte durante ese período, destaca la de concienciar sobre los problemas sociales y el sufrimiento vivido. Por tanto, en un momento de dificultad, de opresión y de terror como ese, el arte asumió un papel de denuncia contra las torturas, las detenciones y las injusticias que el Gobierno seguía intentando encubrir. Los artistas percibieron la necesidad de crear, sobre todo al concluirse dicha etapa, una memoria colectiva a través de exposiciones e iniciativas artísticas públicas, las cuales tuvieron un fuerte impacto social.
Para concluir, el arte fue sumamente importante porque permitió a los artistas rebelarse a la privación de su libertad de expresión y, sucesivamente, sensibilizar a la sociedad para que toda la violencia sufrida no se vuelva a repetir nunca más.
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