Libertad para hablar sin saber
La libertad de expresión habilita a cualquier ciudadano a expresar su opinión sobre cualquier tema y, aunque muchos se empeñen en hablar de censura en pleno 2021, lo cierto es que hoy más que nunca nos pronunciamos ante cualquier información pública. Esta libertad ¿lo justifica todo?
Cuando más problemas sociales hay más interacción de los ciudadanos nos encontramos, y esto es el primero síntoma de salud de la libertad de expresión. El problema llega cuando se usa la libertad como escudo y excusa para fomentar la mentira y la desinformación. Porque hoy que las redes vertebran la opinión social, debemos ser responsables y hacer un ejercicio de información, interés y búsqueda para poder formar parte del debate público.
Al igual que solo los más atrevidos, o ignorantes, son capaces de llevar su coche al taller y contradecir la opinión de un profesional, algunas personas no dedican ni un segundo a procesar y debatirse a sí mismo las palabras que salen por su boca, porque nos hemos acostumbrado a la impunidad y la fugacidad que nos brindan las redes sociales. Está en nuestras manos crear un espacio de debate sano que nos lleve a conclusiones fructíferas para todos. Está en nuestras manos defender la verdadera libertad de expresión.
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