Los influencers, un altavoz mal utilizado
En la sociedad actual un porcentaje elevado de la población tiene un teléfono móvil u otro dispositivo con acceso a internet. Además, una amplia mayoría tiene perfil en una o más redes sociales. Te dan la posibilidad de contactar con seres queridos, seguir a personas a las que admiras o de compartir fotografías, datos o información del tipo que sea con personas cercanas y lejanas.
Sin duda, son un altavoz para dar visibilidad a temas de importancia para la sociedad y para encontrar a personas con gustos similares. Desde hace un tiempo redes sociales como Instagram y YouTube están invadidas por los conocidos influencers, que son personas que tienen influencia sobre los demás. Se trata de cuentas de redes sociales con una cantidad mínima de seguidores y que solo por ese motivo ya son consideradas personas influyentes.
Podría ser una gran herramienta para dar a conocer causas solidarias, luchar por una sociedad más compacta o hablar de cosas que nos preocupan a todos como la salud, la educación o el sexo. Sin embargo, todos estos influencers son personas autónomas que se ganan la vida con su contenido. Eso quiere decir que en la mayoría de los casos no buscan el bien común, sino que buscan el bien propio. Llega una marca que les paga una cantidad determinada de dinero por hablar bien de su producto o servicio y lo hacen. En multitud de ocasiones sin tener ningún conocimiento sobre lo que están dando a conocer y con el único objetivo de llenar sus bolsillos. Es una manera de hacer publicidad aprovechando el altavoz y el prestigio que tienen estas personas en esas redes sociales.
Lo negativo de todo esto es que personas que tienen seguidores por ser graciosas, conocidas, o famosas por un motivo concreto, acaban haciendo de enlace entre las marcas y los seguidores para dar a conocer productos, rutinas o consejos que temas en los que no tienen formación. El público por el nombre y los seguidores que tienen los creen y caen en una publicidad emocional. Zapatero a tus zapatos. Tener seguidores es tener seguidores, no es saber de todo.
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