Problemática de los trabajadores temporales del CSIC
Estimado director/a,
Les escribe la Plataforma de Trabajadores Temporales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en concreto desde su sección de Granada, pero creo que representamos al conjunto de plataformas que se están formando en el resto del país.
El objeto de esta carta es reivindicar nuestros derechos laborales. Somos un conjunto de trabajadores que hemos sido contratados por el CSIC de manera fraudulenta a lo largo del tiempo; llevamos mucho tiempo encadenando contratos sucesivos, algunos desde hace más de veinte años.
Con nuestro trabajo se han conseguido muchos de los logros científicos españoles, a pesar de nuestra precariedad laboral y de la precariedad financiera de la ciencia en este país. Un ejemplo palpable es el de la vacuna española en contra de la COVID-19. Hemos visto en algunas cadenas de televisión que la han realizado miembros del CSIC jubilados, con equipos laborales temporales, con escasa financiación. Grupos de trabajo que serán desmantelados una vez el investigador principal del grupo deje de trabajar. Además, los contratados temporales hemos estado involucrados en el diseño de nuevos materiales industriales y de importancia en telecomunicación, moléculas de gran impacto farmacéutico y médico, nuevas energías renovables, cuidados del medio ambiente, lucha contra el cambio climático, que, por su poco impacto mediático, no han aparecido en los medios, pero creemos que es perceptible su importancia. Nuestros currículos laborales, en muchos casos y a pesar de nuestra inestabilidad laboral, son similares a muchos científicos de renombre.
El pago a nuestro trabajo ha sido una situación laboral inestable, encadenando contratos de corta duración, sin estabilidad profesional, personal, ni emocional; contratos que como mucho duran tres años, los más afortunados, sin saber qué va a ser de nosotros transcurrido este tiempo. Nuestra recompensa es, una vez finalizado el contrato, formar parte de una bolsa de trabajo y ser reelegidos, los que tengamos suerte, para realizar las mismas tareas científicas.
La Unión Europea hizo oídos de nuestras necesidades y ha venido reclamando a España la estabilización laboral de, además de nuestro colectivo, de todos los trabajadores de las administraciones públicas contratados fraudulentamente. Esta reclamación ha forzado a nuestro país a realizar una convocatoria de plazas con este fin. La fecha límite impuesta por Europa era la de finales del año 2019, pero a día de hoy no se ha convocado, se sigue negociando con los sindicatos. Como es natural estamos al tanto de estas negociaciones y los resultados obtenidos son decepcionantes. Por un lado, el criterio del establecimiento del número de plazas convocadas deja fuera a gente que las merece; por otro lado, los medios de selección del personal son arbitrarios; para unos se va a proceder a un concurso de méritos, para otros el clásico proceso de concurso-oposición. Como méritos se nos va a considerar los puramente administrativos; se van a ponderar más, por ejemplo, la experiencia laboral como meses cotizados en administraciones públicas que las estancias en centros de investigación extranjeros de prestigio internacional, la realización de un curso impartido por la Administración del Estado que un artículo en una revista científica de alto impacto internacional.
Nuestra reivindicación es, dada la excepcionalidad de nuestra situación y a lo prolongado de la situación de fraude, que se nos haga trabajadores fijos; nuestros méritos científicos nos avalan. En el caso de forzarnos a un proceso selectivo, que sean los méritos puramente científicos los que determinen la selección de los mejores candidatos.
Agradeceríamos la publicación de esta carta, necesitamos que se visualice nuestros problemas y se remuevan las conciencias que se vean afectadas por esta problemática claramente injusta.
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