Realidad de los montes vecinales en mano común
Una vez leída la nota de prensa del Sr. Arce sobre los MVMC, nos asombra que una persona del currículo del Sr. Arce, que alcanzó puestos de importancia en la Administración del Principado, tenga tan pocos conocimientos de la actuación histórica y actual de los paisanos de los pueblos, así como de la situación legal de nuestros montes.
Sr. Arce, los montes, hoy, son propiedad de los vecinos de los pueblos. Ante la ausencia de juntas vecinales en los mismos las autoridades de la década de 1940 entregaron el dominio de los mismos a los ayuntamientos, dejando claramente especificado que ello no suponía cambio alguno en su propiedad. Lo mismo especifican las leyes de MUP.
En cuanto a la gestión pública en la que Ud. ha participado, carece de un riguroso análisis de las inversiones realizadas por la Administración en los montes, y los beneficios que las mismas supusieron para ayuntamientos y vecinos. Ese análisis le demostrará el nivel de su equivocación en calificar dicha gestión.
Los MVMC están amprados y regulados una ley de del Estado de 1984 y otra del Principado de 2004, leyes hoy vigentes
Los vecinos de cada pueblo, en asambleas en las que participaba un miembro de cada casa, gestionaron a lo largo de siglos los montes de forma eficaz, sacándoles el máximo rendimiento y protegiendo algo que sentían suyo. La Administración pública, en pro de unos beneficios que nunca se han cumplido, quitó la administración de los montes a los paisanos, forzando la emigración, que ha puesto a nuestros pueblos en peligro de desaparición, y fomentando el desarraigo de los paisanos con su monte.
Las juntas vecinales de hoy son entes legalmente constituidos, que se reúnen en el edificio de la antigua escuela una vez al año y que toman sus decisiones por votación una vez oídos todos sus comentarios. La prioridad en las decisiones es mantener abiertas en el pueblo el mayor número de casas posibles, fomentar la rentabilidad del monte mediante la repoblación de arbolado y el uso ganadero de los vecinos del pueblo y, lo más importante, volver a fomentar el arraigo al monte. Dichas decisiones están sometidas a las leyes vigentes sobre montes del Principado. En fin, Sr. Arce, una forma de actuar muy lejana a la descripción que Ud. hace.
En cuanto a la economía, a los vecinos les llegarán unos ingresos directos, que hoy no tienen y que les permitirán seguir con sus casas abiertas proporcionando opciones a jóvenes del pueblo.
En cuanto al medio ambiente, dígame Ud. en qué les perjudica la repoblación forestal y los pastizales que aprovechan ganado doméstico y silvestre.
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