Ataque de un oso a una mujer
Herida una mujer de 75 años tras un ataque de un oso mientras paseaba por Cangas del Narcea cerca del lugar de siempre, de su confort y su pueblo. Pues resulta que los animalistas dicen que esto pasa por invadir los humanos su hábitat y molestar a los ositos amorosos. Dicen que es por el cambio climático, que si les faltan frutos rojos, hayucos o carroña, que si no hibernan... claro, por eso ahora tendrán que alimentarse de personas ¿verdad? Todo eso les falta porque Asturias no es lugar para semejantes bestias, por ser muy pequeñita, no al menos en la cantidad que se están multiplicando estas bestias enormes.
¿Ahora qué? No hay duda de que del oso viven un montón de colocados, solo espero que esas bestias tampoco les ataquen a ustedes, pero lo harán a niños, ancianos y de todas las edades que pudieran encontrarse con ellos en la puerta de su casa, en un recodo del camino o en la finca de su propiedad haciendo lo que le venga en gana.
Los lugareños no hablan, tienen vecinos y familiares enchufados alrededor del oso, pero por atrás tienen miedo, ya no se atreven a ir a según qué lugares solos, a sus fincas, huertos, pastos o montes donde toda la vida han estado sin ese temor a que un enorme animal se sienta molestado y les parta en dos ¡porque sí!
Ya los jabalíes destrozan todo, los lobos matan el ganado y ahora les siembran los alrededores de osos, donde los frutos los tienen acotados, ya matan animales también y alarman a los vecinos por su presencia.
¿Qué puede salirles mal a quienes tienen su empresa quesera, ganadera, agraria...? O simplemente pretenden vivir en paz en su pueblo y alrededores.
Estaba escrito. Solo falta esperar alguna desgracia sin solución. Esas bestias enormes cerca de pueblos serán el terror en el momento que pierdan el respeto a los humanos. La pandemia los animó a bajar y visitar lugares habitados mientras todos estábamos en casa encerrados. Cuando ocurra la desgracia, nadie se hará responsable (si quieren ositos, cuídenlos en recintos vallados donde no puedan matar a ninguna persona, pero sueltos cerca de ellas son un peligro y una preocupación permanente), es fácil ser empleado en defensa del ecosistema (saben, dentro del mismo ecosistema, entran las personas, ¿lo sabían?) recontando con prismáticos los oseznos, pero tienen otra responsabilidad crucial, vigilar que no se acerquen a las zonas habitadas; cuando eso ocurra, a esos osos, lobos o jabalíes hay que matarlos para que vayan temiendo a las personas.
La España vaciada va camino de convertir la zona rural en paraíso para las fieras, selva y nada más, lo cual, el hombre sobra, no podrá vivir entre semejantes bichos. En Asturias por su extensión, los osos, como pasa con los jabalíes y los lobos actualmente, no solo atacarán en los pueblos más remotos (que tampoco debiéramos permitirlo, allí viven familias o debieran vivir), se introducirán en las villas y ciudades, ya Cangas de Narcea es un ejemplo claro.
Creo que hay que tener sentido común todos, hay que hacer un estudio de cuántos jabalíes, lobos y osos puede soportar una región tan minúscula y poblada como Asturias. Sobra el 80% de todos ellos para poder hacer la vida posible a las gentes de los pueblos y que allí puedan montar sus empresas ganaderas y queseras, o puedan recolectar frutos y cosechas sin que esas bestias salvajes se las coman o destrocen.
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