Una de sonrisas y risas
Recordatorio. El tiempo no es sino la corriente en la que estamos pescando.
Henry D. Thoreau
Sin duda ninguna todos sabemos que sonreír es reírse levemente sin ruido ni aspavientos. Asimismo, sabemos que reír abiertamente es manifestar regocijo y alegría con movimientos de la boca, mandíbulas: ja, ja, ja, je, je, je, ji, ji, ji, jo, jo, jo, ju, ju, ju, y suma y sigue, ¿verdad?
Respecto a las primeras, vemos en los telediarios cómo sonríen los/as cabezas de cartel en la oposición, cuando un ministro/a expone, de carretilla, una disertación escrita que probablemente no se cree ni el propio orador/a. Nada nuevo, dado que, a la viceversa, sucede tres cuartos de lo mismo; vamos, ídem de lienzo, al hacer uso de la palabra cualquier portavoz adversario/a.
Ciertamente las/los ciudadanos de este país si no lo pasamos de rechupete es porque somos unos amargados de nacimiento. Más nos valdría poner al mal tiempo buena cara, y venga, río, ríes, ríen, rieron, a pesar de la que está cayendo...
Amables lectores, venga, ja, ja, ja, je, je, je, ji, ji, ji, jo, jo, jo, ju, ju, ju, sin descansar ni treinta segundos. Ni uno solo, ¿eh?
Despedida y cierre. Diecinueve horas treinta y cuatro minutos exactamente. Nos pondremos pinchos, verbigracia, elegantes, ahora mismo, para ver si hoy ligamos a tope, que se dice. Todo se andará. Ja, ja...
Érase una vez.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

