Moderación franciscana
Tengo que reconocer que cuando los Franciscanos, un grupo de personas que reivindicaban mejoras para un Campo de San Francisco olvidado por las anteriores corporaciones municipales, se dieron a conocer, yo, como residente en las cercanías del Campo y paseante diario por él, de ida y vuelta al trabajo, me sumé a su página de Facebook y participé aportando ideas sobre aspectos a mejorar. Sin embargo, poco a poco me fui desengañando con respecto a sus objetivos, porque transmitían un encono y una animadversión inusitada hacia la única Corporación municipal, la actual, que ha procedido a acometer reformas de calado en el Campo en los últimos 15 o 20 años. En efecto, todas sus publicaciones eran críticas, cuando no amenazantes. Un buen ejemplo es la destemplada exigencia con amenaza incluida que se publica el 2 de junio en este periódico, exigiendo nada menos que "el derribo del Pavo Real". Y no solo eso: cuando se hacían eco de una mejora, se atribuían su paternidad por la presión realizada al Ayuntamiento con sus exigencias. Nunca una declaración amable, todo crítica despiadada. Sus formas no pasaron desapercibidas a la oposición municipal de extrema derecha, es decir, Vox, para que su máxima representante al frente, Cristina Coto (una trashumante de la política que ya va por su tercer partido), contaminara políticamente el grupo respaldando sus malhumoradas exigencias para regocijo de los impulsores de esta plataforma. Obviamente, en cada publicación de este tipo les escribía mostrándoles mi desacuerdo con la falta de espíritu constructivo. De nada valió. Tanto es así que hace ya unos meses, hastiado, dejé de seguirlos. Solo espero que las personas bienintencionadas que siguen esta página se den cuenta de que no se puede tratar de esta manera tan injusta a una Corporación que apuesta por el Campo de San Francisco, que ya ha llevado a cabo múltiples iniciativas, rehabilitando las fuentes, instalando una nueva cartelería moderna y útil, que ha desatascado el proceso de contratación para la rehabilitación del kiosco de música, que ha rehabilitado el estanque, que está instalando el nuevo aguaducho, que ha gestionado la vuelta de la estatua de Neptuno al Campo, todo ello sin descuidar las labores de poda, corte y embellecimiento estacional de sus parterres, en fin, que se está implicando de manera seria y firme con la preservación y mejora del Campo. ¿Que hay aspectos que siguen pendientes? Pues claro que sí: hay que solucionar de manera urgente la situación del mosaico del Paseo de los Álamos, al igual que el estado de las aceras perimetrales, etc., pero no todo Oviedo es el Campo de San Francisco y una Corporación municipal debe atender muchos frentes a la vez. Ya es hora de que los impulsores de la plataforma moderen sus formas, dejen de permitir la manipulación de que son objeto por parte de Vox y reconozcan la labor realizada por la actual Corporación municipal.
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